El cinefotógrafo mexicano compartió los detalles de su debut como director en tres capítulos de la producción estadounidense ‘Shooter’

Por Salvador Franco R. Fotos: Chris Hill / Je Daly / Ryan Phillippe

“Ni una boda, ni unos XV años, ni un videoclip.” Jaime Reynoso AMC no tenía ningún tipo de experiencia como director hasta el momento en el que, por la insistencia de un productor, aceptó encargarse de la dirección en tres capítulos de la serie ‘Shooter’ (USA Network 2016-2018), que conocía como nadie debido a que fotografíó la primera temporada.

“Había hecho alguna segunda unidad sin director, pero nunca, ni en la escuela, había dirigido nada. El productor me dijo: ‘oye, tu serías buen director, deberías dirigir’. Le contesté: ¡No hombre! ¿Para hacerla como toda esta bola de tercos?’ No. Lo mío es lo mío. Pero me volvió insistir y a insistir y entonces me pareció que terco sería yo al decirle que no tres veces, así es que acepté.”

Ese fue el inicio de una de las aventuras más inesperadas y emocionantes del director de fotografía nacido en la Ciudad de México en 1970 (Bloodline, Outsiders), quién relató los detalles al frente de la serie protagonizada por Ryan Phillippe.

“Sí, me gustó dirigir y lo quiero volver a hacer. La cinefotografía es mi chamba pero los fines de semana como hobby no estaría mal volver a hacerlo”, expresó con su exquisito y oscuro sentido del humor.

Antes de recibir esta invitación, ¿Te habías planteado alguna vez la posibilidad de dirigir?

Lo había pensado. Si no lograba volver a fotografiar películas lo intentaría. Pero no realmente. Mi personalidad y mi forma de trabajar de alguna manera perfiló a la dirección. Me acuerdo que en las primeras temporadas había un director que decía: ‘¡Corte! ¡Perfecto!. Nos movemos!’ Y yo le decía ‘¡No! ¿Cómo que perfecto?. El coche no llegó, el extra no cruzó’, etc. Y él me respondía ‘¡Ah! OK, hagamos otra!’. Los productores vieron eso. Y es que si las cosas salen mal yo no puedo dormir.

¿Te dio miedo el reto?

¡Claro! En especial este último capítulo en el que me sentí más inseguro que en los otros, quizá porque estaba más consciente de mis limitaciones. Diego Luna, quien también tiene una faceta de director, dice que ha aprendido mucho al trabajar como actor con grandes directores que lo han dirigido

¿Crees que esa experiencia como cinefotógrafo te ayudó a ser mejor director?

En mi caso no puedo ser mejor director porque ni lo soy, pero sin duda hay cosas que vi estando en el asiento del copiloto. Tienes muchas cosas que hacer cuando eres director de fotografía y no siempre ves lo que está haciendo el director o los actores, pero algo logras ver. Lo más importante fue que cuando regresé de esa experiencia, el que abrió la serie de ‘Aquí en la Tierra’ que fotografié junto a Luis Sansans AMC, fue Gael García Bernal y me impresionó muchísimo. Es muy bueno y su proceso es muy interesante. Además la lista de directores con los que ha trabajado es irrebasable ¿no? ¡Y es un tipazo! Entonces fue una experiencia muy interesante.

Al aceptar el rol de director ¿no fue demasiada tentación no asumir también la dirección de fotografía en la serie?

La verdad es que no dejaba al fotógrafo hacer nada. Pero se abrió, me dio chance de pasar. Como la dirección no es lo mío no me podía fijar en la actuación hasta que los planos no estaban bien. Es más, hablaba más con los operadores que con los actores.

Digamos que sentiste un poco más tu mano…

Sí, en términos más de cámara y algo así de tono, pues sí.

 

¿Cómo describirías la presión de dirigir una producción de Estados Unidos?

Es igual pero en inglés. Es más corporativo. Pero también tienen sus mecanismos, es decir, el peso cae en más hombros. En este último capítulo el trabajo estuvo muy difícil y no puedes decir ‘no terminé’. Debes terminar en las horas que tienes y no hay más. No es como acá en donde se permiten jornadas matadoras. Allá hay doce horas y es lo que hay.

 

¿Cuál fue la reacción del equipo de ‘Shooter’ al ver tu paso de la dirección de fotografía a la realización?

Ahí caí en blandito. Todos me echaron la mano. Los actores me ayudaron muchísimo me conocían y me apoyaron en todo. A fin de cuentas lo que uno hace es modular las actuaciones de los actores recurrentes y decirles: ‘un poquito más para allá o para acá.; más arriba, más abajo’. Y a los actores no recurrentes hay que empatarlos con los demás.

¿Con qué cámaras y qué óptica rodaron estos capítulos de ‘Shooter’?

Cuando la fotografié trabajamos con la cámara F55 de Sony combinada con los Hawk Vantage One T1. El fotógrafo respetó la óptica pero como no sabía usar la F55, utilizó la Arri Amira porque se sentía más cómodo. Pero es una cámara que a mi no me acomoda, la detesto. Es como un iPhone 3. Son muy pesadas y no ven en la oscuridad como la F-55 de Sony.

 

 

¿Sufrieron con las bajas luces?

Yo sí soy muy atascado en ciertas cosas y con los dos fotógrafos que he trabajado pues… me han quedado tibios, quieren que las cosas se hagan en foco y en cuadro y quieren verle la cara a los actores y cosas así, cosas que a mi no me laten. Las sombras y la oscuridad les daban mucha inseguridad porque tienen miedo a que la gente de arriba – los patrones-, no queden conformes. A mí me gusta hacer lo que hago y si no les gusta mi estilo pues que no me llamen y listo. Si ya me llamaron y me conocen que no me digan que está demasiado oscuro. No voy a cambiar.

 

¿Cómo fue la relación con tus fotógrafos?, porque tienes una personalidad avasalladora que puede resultar intimidante…

Traté de dejarles cosas a ellos. Yaron Levy fue alguien con quien me entendí mejor que con el primero, Anthony Hardwick, que es demasiado conservador para mi gusto. Yaron sí se subió al track pero se quedó corto y hay cosas que no me gustaban que yo dejaba ir porque también hay que dejarlos ser; rellenaba demasiado, pero sí, fui un poco una pesadilla pero de alguna manera era lo que se quería de mi para instruir a ambos fotógrafos y sus operadores a como filmar la serie. Y eso viene de haber trabajado en esa industria, -la estadounidense- donde si no dices nada, el operador encuadra, el gaffer alumbra y el asistente de dirección pone a a sus extras… por eso después todo se ve igual. Entonces si voy a hacer un programa tengo que asegurarme de que opino en todo para que mi voz esté ahí. De otro modo los ‘Hollywood motion picture technicians’ hacen lo que han visto en otras pantallas, sin ninguna personalidad. Mi punto de vista no será nada del otro mundo pero es el mío y es el único que tengo. Lo defenderé hasta al final. Lo que pasa ahora con tanto contenido es que todo se ve tan igual y ¡qué hueva!.

 

¿Cuáles consideras que son las virtudes y desventajas de las producciones de allá y las mexicanas?

Acá somos grandes improvisadores y muy pobres planeadores y allá es al revés: planean muy bien, pero si el plan cambia son pésimos improvisadores. Por mi personalidad siempre encuentro quejas en ambos sistemas y cuando estoy allá me quejo de los crews gringos y extraño a los mexicanos y viceversa.

Te ves muy cómodo trabajando bajo el formato de las series de televisión, ¿no te preocupa?

Sí, demasiado. Hay una cosa que me gusta, que al menos en el formato gringo, como salen y entran directores, tu voz -la del director de fotografía-, es la imprime la personalidad al proyecto. Entonces digamos que sí me gusta eso del formato, que es un proyecto largo donde tu voz como fotógrafo, tu mano pues, es muy importante.., hasta cierto punto en términos de continuidad y de la temporada entera tu estilo es el que rige todo el tiempo y los tenores y la sutileza de capítulo en capítulo, las pone el director.

Cuántos capítulos dirigiste de Shooter?

Tres. En la segunda temporada rodé el tercer capítulo y el octavo que se convirtió en el final de la temporada debido a que al actor le pasó su propia cuatrimoto encima y le rompió la pierna. Y en junio abriré la tercera temporada.

¿Qué piensas del resultado?

Los dos primeros ya salieron al aire. Lo peor de todo es que tú haces tu corte y cuando lo ves descubres que el corte es otro, porque es un corte de los productores y del estudio. En medio hay muchas opiniones. Entonces la primera vez que lo vi, no me gustaron; después los volví a ver dije: ‘Ah bueno, no está tan mal’. La segunda vuelta no fue tan dolorosa.

 

 

“Shooter”
Cámaras :F55 Sony/ Arri Amira
Óptica: Hawk Vantage One T1
Cinefotógrafo: Jaime Reynoso AMC