El Cinefotógrafo Iván Hernández recreó fuera del país lugares representativos de México que fueron el marco perfecto para contar la historia del Chapo, una serie que ya va por su segunda temporada.
Por Loft Cinema
Desentrañar la historia del narcotraficante más buscado y uno de los hombres más poderosos del mundo, según Forbes, fue la misión que Univisión y Netflix se propusieron y para ello llamaron a los mejores.
La recreación de Sinaloa, Guadalajara y la frontera con Estados Unidos en territorios colombianos para filmar la historia sobre el mayor capo de la historia reciente, era la meta. La serie dedicada al célebre y escurridizo narcotraficante mexicano Joaquín Guzmán Loera, más conocido como El Chapo, está fotografiada por el Cinefotógrafo Iván Hernández, AMC.
I.H.: La invitación a la serie vino del director José Manuel Cravioto, -él y yo somos compañeros desde la escuela de cine, el CUEC- con quien he trabajado en muchas ocasiones haciendo películas documentales y publicidad, y en los últimos dos años un par de series. Digamos que fue una coincidencia ya que nuestra colaboración creativa sincronizaba perfecto para esta serie, pues se trata de un proyecto comercial lleno de acción pero con un perfil cinematográfico con tintes de documental.
Con Carlos Contreras y Silvana Aguirre como creadores, la historia es una narración correcta y apasionante, una especie de documental dramatizadoen la que se recrean los principales hitos de la carrera criminal de El Chapo.
I.H.: Toda la serie se filmó con la cámara Sony F-55 en 4K en S-log3 por dos razones fundamentales: primero, a mí me parece fantástico el rango dinámico con el que trabaja en su espacio de color y por su resistencia para trabajar en condiciones de rodaje extremo, tanto frío y calor como en espacios con niveles altos de humedad. La cámara responde de manera óptima en cada tipo de locación además de que, gracias a su latitud, podíamos aprovechar al máximo los ambientes naturales en las escenas de noche o bajas exposiciones, así como en lugares donde la luz ya tenía su propia personalidad y nosotros teníamos que avanzar rápidamente.Segundo, porque dentro de los requerimientos tecnológicos de Netflix – para quienes los “deliveries” tienen que ser en 4K- encontramos que en Colombia para ese momento y dentro de nuestro presupuesto, era la mejor opción de cámara para poder armar dos unidades completas con dos cámaras por unidad para poder trabajar simultáneamente sin parar durante un periodo aproximado de ocho a diez meses para cubrir tres temporadas.
Para la primera temporada, Iván utilizó una cámara de video súper VHS para capturar escenas completas o de transición entre documentos de archivo y la ficción contada, todo esto grabado en cinta y transferido a través de una tarjeta black magic para generar archivos en 4K.
La inspiración estética de la serie fue algo que Iván construyó junto con los creadores inspirado en trabajos que él admira.
I.H.: A grandes rasgos, la serie está realizada como un drama, es una historia sobre el poder y la ambición contada en tres tiempos.
Para la primera temporada nuestra mayor inspiración fue el cine de género thriller -policiaco, western ítalo-americano, así como algunas películas de cine negro, además de que estudiamos muchas películas de encierro –‘The Master’, ‘Un Profeta’ y ‘El Hijo de Saúl’-, pero también gran parte de la inspiración estética proviene del trabajo de foto-periodistas que se han encargado de documentar este último periodo de nuestra historia en México, así como de periodistas que cubren el conflicto en Siria y Palestina: Fernando Brito, Rashide Frias, Christopher Venegas, German Canseco, Narciso Contreras, Javier Manzano, Eduardo Martins, entre otros. Es una combinación entre el género cinematográfico, el documental y el poder inminente de la sublimación de la violencia en nuestros tiempos a través del foto- periodismo.
Los lentes utilizados para lograr la meta tuvieron que ser elegidos cuidadosamente:
I.H.: Decidimos trabajar con la serie de ARRI / ZEISS Master Prime Lenses entre 1.3f y 2.8f. Me pareció que podíamos contraponer la definición y la dureza de estos a las texturas y colores empleados para la primera etapa de la historia contada en el periodo que corresponde entre los años 80 y 90. Además ayudó a acentuar la psique del personaje en la tercera etapa durante su encierro y en el inicio para difuminar e integrar de mejor manera cada espacio donde filmábamos, porque recreamos cada locación en Colombia como si fuese México.
La serie tiene muchas secuencias de acción, escenas con gran dificultad técnica que Iván debía sortear.
I.H.: En términos generales tomamos decisiones convenientes dado el estilo, ya que no es la acción por la acción. Preferíamos sostener la tensión en el estilo fotográfico que en los movimientos de cámara cuando ésta no lo ameritaba. Hay momentos en los que es mejor crear un laberinto espacial entre luces y sombras, personajes que corren unos detrás de otros, que contar con la mayor cantidad de herramientas de cámara; es más el viejo estilo de cine negro, pero también hay momentos donde la acción cobra un sentido sumamente importante tanto en la estructura dramática como en la narración.
En términos de diseño y aplicación se necesita una suma de factores: un gran director, -JM Cravioto- , un increíble coordinador de stunts –John Morales (Colombia)- , un jefe de efectos especiales -Felipe de la Roche (Colombia) consciente y creativo a la narrativa, y ponerlo todo en una ecuación en el menor tiempo posible para lograr el objetivo. En esta ocasión cada parte se complementó de manera organizada y gracias a la eficiente coordinación de producción en el set logramos hacer desde persecuciones con balaceras hasta explosiones de automóviles.
Serie “EL CHAPO” para Univisión y Netflix
Cámara: Sony F 55
Lentes: Master Prime
D.P.: Iván Hernández AMC
Director: JM Cravioto
Gaffer: Juan Carlos González
Focus puller: Julio de Soto
Iván Hernández, Director de fotografía de “El Chapo”.
vimeo.com/ivanhernandezgonzalez Instagram: @viryviry