La búsqueda de justicia por la muerte de una joven de Tijuana arranca la trama de ‘Marea alta’, serie original de la plataforma ViX+, que promete un thriller juvenil lleno de suspenso. Fotografiada por Sergi Vilanova, Ximena Amann y Diana Garay AMC, quien comparte su experiencia detrás de cámaras para llevar a cabo este proyecto.
Compuesta por diez episodios, la serie se dividió en tres bloques: el primero fue fotografiado por Sergi Vilanova (‘Adú’, 2020) y dirigido por Roger Gual (‘Las chicas del cable’); el segundo por Ximena Amann (‘Diablero’) y Gabriel Mariño (‘Ayer maravilla fui’, 2017); y el tercero por Diana Garay AMC (‘Leona’, 2018) y Michelle Garza (‘Huesera’, 2022). Diana nos comparte que ya había colaborado previamente con El Estudio cuando realizó las unidades splinters para ‘Luis Miguel: la serie’, y desde entonces había estado en pláticas con ellos para algunos proyectos.
“Pasó el tiempo y todo se acomodó para que pudiera estar en ‘Marea alta’ para la que realicé el tercer bloque dirigido por Michelle Garza”.
“Creo que uno de los aspectos más interesantes de la serie es que se apostó por el thriller , cosa que no es muy común en México. Además, es importante destacar que gran parte del proyecto se filmó entre Ensenada y Rosarito, lo que le da un aire fresco. Ya todos conocemos las locaciones de la Ciudad de México de memoria; siempre son las mismas por la cantidad de producciones que se realizan, así que poder descubrir estos espacios únicos y maravillosos, fue interesante. Trabajar en Baja California fue increíble, me permitió entender y trabajar la luz de una forma distinta”.
El estilo de la serie fue diseñado por el director de fotografía nominado al Goya, Sergi Vilanova y el director Roger Gual, quienes apostaron por una estética que asemejara el uso del negativo.
“Fue muy interesante trabajar con Sergi. Él viene del mundo del cine y de alguna manera, le gusta trabajar el digital como si fuese negativo. Lo que planteó desde el inicio fue deslavar ligeramente los negros y al mismo tiempo, pintarlos con un toque de cian. Esto le quitó a las pieles un poco de tonos rojos y naranjas”.
“En lugar de utilizar LUTs, que es como acostumbro trabajar, corregimos el color en set con apoyo del DIT a partir de Rec. 709. Me pareció una forma mucho más eficiente y efectiva al momento de la corrección de color en post, pues los stills fueron muy parecidos a mi corrección final. Agradezco mucho a la producción y a mis compañeros fotógrafos, pues cada uno tuvo la oportunidad de corregir sus respectivos episodios. En general, tuvimos una manera muy respetuosa de trabajar entre nosotros y tal vez este es uno de los aspectos que más disfruté al realizar la serie”.
‘Marea alta’ fue grabada con la combinación de la Alexa Mini LF y los lentes Zeiss Radiance. Auna- do a esto, se optó por usar un filtro Radiance que funciona de manera similar al glimmerglass y brinda tonalidades azules. Exceptuando el bloque uno, la serie fue grabada a dos cámaras.
“A veces, trabajar con dos cámaras puede llegar a ser complicado debido a que de alguna manera, puede resultar intrusivo para los actores. Defiendo siempre la idea de que a los actores hay que dejarlos existir en el lugar pues de esta forma, ellos se mueven y viven mejor a sus personajes. Siempre hay que dejarnos sorprender por las cosas que suceden en el set, suelen ser mágicas y de gran ayuda para la edición y para narrar correctamente la historia”.
“Sergi Vilanova fue el principal creador del look de la serie, quien estableció algunas reglas que tanto Ximena como yo seguimos. Por ejemplo, el uso de la cámara en mano y los looks de ciertos lugares recurrentes dentro de la trama, como es el caso de la comisaría la cual tenía una combinación muy particular de asteras y fluorescentes”.
“Algo que me gustó mucho de este proyecto fue el poder experimentar con un género que desde hacía tiempo me llamaba la atención. Afortunadamente, el bloque que me tocó hacer era el más oscuro de toda la serie, cuando la historia se vuelve más densa, cuando se desarrolla y se resuelve el conflicto. Además, me tocó colaborar con Michelle Garza quien justamente acababa de estrenar ‘Huesera’ en Tribeca; esto fue muy bueno ya que ella viene de hacer terror y conoce bien el género. De esta forma, el tono de la trama nos dio pie para jugar con la oscuridad y las atmósferas. Una de las cosas que más disfruto de este oficio, es que cada persona con la que colaboras te aporta nuevas formas de aproximación a los proyectos. Es muy emocionante entender desde dónde observan nuestros colaboradores e intentar acercarse a esas miradas. Por ejemplo, Mariño y Ximena diseñaban planos muy específicos con trazos actorales definidos desde el papel, mientras que Mich y yo, llegábamos al set con nuestro shooting y empezábamos a trazar el bloqueo de la escena dejando que los actores fluyeran en el espacio, con lo cual pudimos encontrar cosas que no teníamos marcadas en el shooting original”. “Tal vez uno de los elementos que más ayudó a que Michelle y yo pudiéramos experimentar, fue que en el tercer bloque se introdujeron varias locaciones que no se habían usado en los bloques anteriores debido a una cuestión narrativa. Dichos espacios nos permitieron jugar, explorar, experimentar por todos lados. Por ejemplo, las ventanas de la casa del personaje del hacker las llené con gelatinas de sodio”.
“Michelle es una directora con la que se disfruta mucho trabajar, es muy apasionada; va secuencia por secuencia describiendo el sentimiento que predomina y a partir de ello, se crean las atmósferas. A veces, cuando uno ya entra en el rush del rodaje, solo es necesario revisitar esas notas para retomar la brújula de lo que estamos haciendo y hacia dónde queremos llegar. Encontramos una manera de determinar qué motivos y sentimientos definían cada escena”.
Para el bloque realizado por Diana y Michelle se trabajó un shooting con algunas de las escenas más complicadas entre las que resaltan las persecuciones.
“El trabajo de mesa con Mich es muy gozoso, pero lo más divertido de todo es que ya con la tarea hecha, te puedes dar el lujo de llegar al lugar de rodaje y dejar que la magia ocurra. El set es un ente que vive y por lo tanto, hay que saber escucharlo en el momento preciso”.
“Con Michelle comprendí que para que el thriller sea efectivo, se requiere tener muchos planos que ayuden a construir el suspenso de la trama. A través de varios cortes se puede alargar el tiempo y enfatizar la tensión. También nos permitimos jugar mucho con los tipos de encuadres como fragmentar los cuerpos y las caras de los personajes”.
“Tal vez una de las mayores dificultades a las que me enfrenté, fue al tipo de luz que teníamos en el norte. Si pensamos que en la Ciudad de México es una locura por las nubes, en Baja California el cli- ma es llevado a un nivel muy superior. Allá de repente se nubla, luego sale el sol, luego hace mucho frío, luego sale el sol, se nubla, sale el sol y, de la nada, se forma un arcoiris; ¡una locura! Fue desafiante porque llevaba pocas luces”.
La serie fue diseñada para ser grabada exclusivamente en Ensenada, pero por distintos motivos, la producción se mudó a Rosarito.
“Una de las cosas que sin duda más me sorprendió, fue ir al estudio donde está el tanque que utilizaron en ‘Titanic’. Es impresionante ver cómo se construye el horizonte una vez que el tanque está lleno, pues realmente parece que el mar llega al borde. Luego ves pasar un carrito de cámara al otro extremo del tanque y te das cuenta de la ilusión”, dice Diana riendo.
Aunado a la complejidad climática, Diana se enfrentó a otros grandes retos:
“Una de las locaciones de la serie era una casa tipo californiana, típica de Rosarito, con un montón de vidrios transparentes y techos muy bajos en la que vive una hippie , interpretada por Cynthia Klitbo. Había que grabar todo el día en esa locación y esperábamos un clima nublado y, para nuestra mala fortuna, salió el sol en plenitud. Por razones narrativas, habíamos hecho un shooting donde la mayor parte de la escena era resuelta a través de un plano secuencia que empezaba en el exterior de la casa y terminaba con una conversación en el interior. Tenía que encontrar una manera de compensar esa cantidad de luz al interior, pero la casa era una caja de cristal, de tal forma que no había espacio para colocar luces sin que se vieran o reflejaran”.
“Ese día me planteé demasiadas cosas, había mucho por resolver y, en medio del caos, me cuestionaba constantemente, ¿qué es realmente el terror y dónde se encuentra dentro de la serie? Hablando con Michelle nos dimos cuenta de que el terror está en los lugares que aparentan ser normales pero esconden algo en su interior”.
“Otra de las secuencias que más trabajo me costó fue la persecución final en la que se descubre quién es el bueno y quién es el malo. Recuerdo que para esta secuencia teníamos planeados treinta y dos emplazamientos que debían grabarse en un solo día. Como la hicimos en un espacio lleno de contenedores, decidí usar una grúa en la que monté una luz para simular el sol; esta se movía de un pasillo a otro. En un punto, supimos que el tiempo nos iba a consumir, así que lo más difícil fue decidir qué cosas sacrificar y cuáles mantener. En este trabajo todo se basa en acuerdos y en ver más allá de la presión para encontrar maneras creativas de resolver las cosas”.
Una de las formas en las que la cinefotógrafa logró aproximarse al trabajo de los colegas que participaron en la serie, fue a través de stills que el DIT compartía con el equipo para poder estar pendiente de todo lo que se hacía diariamente. Además, tuvo oportunidad de visitar los sets mientras se grababan los dos primeros bloques.
“En todo momento se mantuvo un ambiente de mucho respeto por el trabajo del otro”.
Lo complicado de trabajar en producciones que comparten un crew a lo largo de distintos bloques, es la disponibilidad del equipo de trabajo en momentos importantes. En este caso, al ser un proyecto con dos unidades preproduciendo sus bloques simultáneamente, mientras que el primero ya se encontraba filmando, Diana comenta que “hay ciertas peleas por las que uno tiene que poner toda la baraja sobre la mesa, pues el gaffer no puede ir a todos los scoutingsdebido a que se encuentra en la unidad que está con llamados en activo. Entonces, te dan opción de que vaya a una o dos de las locaciones que te tocan. Uno tiene que abogar porque te acompañen a los lugares que pueden ser los más complejos para grabar”.
“Uno de los aprendizajes más inesperados que me llevo de esta serie, es el soltar la cámara para permitir que los operadores aporten su visión a la historia, de tal forma que uno pueda coordinar desde otro punto. Agradezco la libertad de encuadres que pudimos probar, varios de ellos fragmentados y con composiciones arriesgadas”.
“Creo que el proceso de creación debería ser así siempre, con toda la libertad posible para que nosotros como creadores, podamos aproximarnos realmente, desde nuestras almas y mentes, a lo que se nos plantea en el guion. Fue gracias a la libertad que se nos dio, que llegamos a un grado tan alto de unión entre todos, tanto entre bloques como entre fotógrafos, como entre colegas. Sorodidad y libertad”.
La corrección de color de ‘Marea alta’ se realizó en Labodigital.
“A pesar de que a cada fotógrafo se nos dio la oportunidad de realizar la corrección de nuestros bloques, Sergi me pidió que lo acompañara cuando hizo su parte para mantener un mismo estilo a lo largo de todos los capítulos. Jonathan Buenrostro es un colorista increíble que también imprimió parte de su gran sensibilidad en el proyecto. Él viene de haber trabajado mucho en el laboratorio de cine y siguió nuestra línea estética previamente planteada durante la preproducción que era sacarle densidad al negro y pintarlo de cian”.
Diana comenta que realizar este proyecto y todo el proceso que conllevó, le devolvió las ganas de seguir creando contenido para series. Actualmente se encuentra trabajando en su próxima película que se grabará en Colombia.
Trailer ‘Marea alta’: https://www.youtube.com/watch?v=KwvTP-drKGc