Por Alfredo Altamirano AMC
Kenia Carreón y Milton R. Barrera
Fotogramas proyectos

CUEC

A principios de siglo, el amor al cine llevó a Alexis Zabé AMC, ASC a ingresar al Centro Universitario de Estudios Cinematográficos en donde descubrió que el quehacer cinematográfico realmente le interesaba y lo hacía sentir bien. “Mi padre era fotógrafo y siento, de cierta manera, que mi interés por la fotografía es genético.

Cuando entré al CUEC quería ser director, como el 99% de las personas que quieren ingresar. Una vez dentro, la gente va encontrando poco a poco el departamento en el que mejor se siente. Más o menos para el segundo año de los estudios, ya tenía bien claro que quería estar en cámara. Era mi lugar, donde mejor embonaba y donde mejor me sentía. Mi manera de ser y mi personalidad se reflejaban bien ahí”.

En 1989 y hasta 1996, el director mexico-polaco Alfredo Joscowivkz tomó la presidencia del CUEC. Este hecho fue fundamental para que Zabé tomará la decisión de hacer el examen de admisión para esa institución. “Era una escuel en la que hacían convocatoria para entrar y decidí intentarlo, presenté el examen y fui admitido. Había mucho optimismo por parte de los estudiantes debido a la presencia de Alfredo. A diferencia de muchos aspectos de México, en general la UNAM me parece un lugar con mucho prestigio, que funciona bien en el país; tenía inquietud por estar en sus aulas”.

Al terminar los estudios en el CUEC, Zabé se dió cuenta de que el panorama en la industria cinematográfica del país no pintaba nada bien pues había una severa crisis económica que repercutió en la casi nula producción de películas en esos años. Debido a esto, Zabé y la gente de su misma generación se refugiaron en otros aspectos audiovisuales como videoclips, comerciales y programas de TV. “Mi primer trabajo como profesional fue en la segunda unidad del videoclip ‘Suave’ de Luis Miguel. Sólo fotografiaba pájaros, agua y texturas, así como inserts de las modelos del vídeo. Fue un buen trabajo”, dice entre risas.

El panorama en el país seguía sin mejorar, pero Zabé no se desesperó y pronto llegó una oportunidad para poder ejercer su profesión.

 

Temporada de patos (2004):

“Como agua para chocolate” (1989) y “Solo con tu pareja” (1991) fueron dos películas que apuntaban a un posible renacimiento del cine mexicano, de menos así lo pensaba Zabé antes de entrar al CUEC. Más adelante con la llegada del nuevo siglo vinieron producciones como “Amores perros” que despertaron el interés por la industria. Fue en 2004 cuando por fin llegó la oportunidad  y el momento del ganador del ariel.

“Estudié en el CUEC con Fernando Eimbcke. Él estuvo  una generación debajo de la mía pero  compartíamos los mismos espacios. Ganamos varios premios para poder realizarla, entre ellos uno para post-producción digital. Estábamos entre las ganas de hacer algo estilo dogma o algo estilo Jim Jarmusch. Era el reto elegir hacia donde irnos. Queríamos hacer la película sin luces; una película muy idealista, sin planta, sólo lo que se pudiera conectar a la pared. Era en un solo departamento, por 5 semanas, con un crew super pequeño, es decir un proyecto muy romántico con amigos”.

A pesar del bajo presupuesto Zabé y su equipo de trabajo tuvieron la oportunidad de filmar en 35mm. Lo que en ese entonces era lo normal, pero hoy en días ya no es tan sencillo. “Tuvimos la suerte y gran fortuna de filmar en 35 mm y de hacer la corrección en digital, lo cual es todo un lujo. “Temporada de patos” fue una experiencia muy ‘padre’ y ‘chida’; teníamos yoga todas las mañanas. Una maestra iba a darnos clases a todo el crew. Después de eso desayunábamos y… ¡a filmar!. Este tipo de cine es muy apasionado y muy romántico, de hecho creo que todas las películas que he realizado son así. Por ahí va la cosa”.

“Temporada de Patos” fue una película muy bien recibida por la crítica y compitió en varios festivales. Aquí en México ganó 11 Premios Ariel en 2005, entre los que destacan el mayor galardón de la noche por “Mejor Película” y el premio para Zabé por “Mejor Fotografía”.

Director de fotografía

 “Ponerme este título no tenía mucho sentido para mí hasta que llegue a EUA. De hecho, al día de hoy me sigo presentando como “cinematógrafo”. Pero hablando sobre la profesión, creo que el término “director de foto” cobra sentido cuando estás en una producción ‘grande’ y te ves en la necesidad de ir eligiendo herramientas que apoyen y aporten al proyecto.”

Zabé se refiere con estas palabras a que debido a la complejidad de los proyectos es necesario contar con gente que esté especializada en cierta rama. “Cuando comienzas a meter más piezas en la ecuación y ya no sólo es tu trabajo sino que estás con más talentos que van a contribuir a la fotografía final. Es el cómo orquestar todo este equipo”.

“He descubierto que hay tantas maneras de operar cámara hoy en dia, que sería imposible especializarse en todas. De mis grandes descubrimientos desde que estoy acá en Los Ángeles es el mundo de la fotografía subacuática. Hice un proyecto de SUD para la Asociación Mundial y conocí a un operador de cámara que no usa Hydroflex; que tiene sus propios housings hechos a la medida para su trabajo; jala el foco, hace su exposición y ¡no usa tanque! Trabaja a puro pulmón”.

Una persona que está especializada, puede ofrecer mucho al trabajo creativamente y  ahorrar tiempo, que siempre es tan preciado al estar en set. “Tener un rig que no es estorboso te permite meterte en una alberca de 3 metros de profundidad y ser extremadamente ágiles. Entran sólo con sus aletas y sus cámaras. Son personas que están acostumbradas a surfear frente a olas de 20 metros de altura, saben salir de ellas, esquivarlas; saben enfrentarlas”. 

Trabajo de la luz a partir de la realidad

Alexis Zabé es un fotógrafo que prefiere adaptarse a lo que la realidad misma le ofrece antes de pensar en cosas que la modifiquen. Es bien conocido, por ejemplo, su uso frecuente de ‘luz natural’. “Mi proceso como fotógrafo, ha sido un proceso de soltar, de dejar de controlar todo, lo que voy a hacer no proviene de una visión, sino que proviene de un compromiso entre una visión y una realidad. Entender el compromiso y aprender a soltar el control, te hace mas abierto a ver lo que te ofrece el universo, porque finalmente es eso trabajar con la realidad, la cual es la materia prima siempre. Hay que dejar que la realidad nos ofrezca cosas y trabajar con eso que nos ofrece y como DPs empujarlo con cierta dirección”.

Zabé confiesa que con cada proyecto que hace cada vez va soltando más el control y dejando fluir, abriéndose a lo que la vida y las circunstancias le ofrecen. Declara que antes un día nublado le afectaba si se había planeado hacer un toma con día soleado; ahora intenta ver las cosas al revés, si está nublado entender que es lo que eso ofrece.

Cuando su carrera comenzaba, Zabé imaginaba una iluminación desde cero, planeaba cada luz que se iba a incorporar al cuadro, ahora es muy diferente su proceso. “Observo cómo está iluminado y comienzo a quitar luces. La dirigo, la controlo y la acepto. Puedo decir con certeza que hasta es menos esfuerzo y que el proceso se vuelve mucho más fluído. Es un proceso que deja de ser tan racional y que se va volviendo intuitivo, cedes el control, comienzas a trabajar y dependiendo de lo que es ofrecido vas añadiendo o quitando dependiendo el caso. Hay que sentir el lugar”.

Demandas de ser un DP

Estamos conformados por varias esferas que nos definen como seres, realizamos actividades variadas que nos ayudan a mantenernos ya sea físicamente, anímicamente, mentalmente, socialmente, económicamente, etc. Todas y cada una de estas esferas son igual de importantes.

“Amo ser DP, amo el cine, pero hay otras cosas en la vida que de igual forma amo. Entonces no puedo dejar de lado estas otras cuestiones para dedicarme a una sola. Lo cierto es que hacer cine es brutal. Cada película que he hecho me ha cambiado la vida de alguna u otra forma y la pregunta entonces es ¿Cuántas veces puede realmente cambiar tu vida?. Me gusta mucho lo que hago y trato de encontrar un equilibrio con otros espacios en mi vida, es por eso que me doy el tiempo de hacer por ejemplo videoclips, comerciales y cortometrajes. Cada uno de estos proyectos cumple una función económica, espiritual y económica muy diferente”.

Las películas suelen tener años de preparación previo a que se filmen, y en palabras de Zabé, una vez que estás dentro de ellas suelen ser experiencias muy intensas. Debido a esto, en su caso han llegado a pasar entre 2 y 3 años entre la realización de sus proyectos de largometraje. “Me llegan guiones, me llegan películas, pero si no lo entiendo, si no puedo hablar con esa historia, si no es algo que yo también quiero decir, no puedo encontrar la energía, no puedo encontrar aquello que me obliga a abandonar todo lo demás de mi vida. Cuando comienzas una película se termina todo lo demás, ya no viste a tus amigos, ya no fuiste al cine, ya no fuiste a surfear, no hay nada más. Te despiertas, vas trabajas y tu mente en la película y solo piensas en la película. Y hablas de ella todos los días, todo el tiempo, llegas a tu casa ves los rushes, llega el fin de semana y estas hecho pomada”.

Zabé hace hincapié en esto último pues en EUA, las semanas laborales suelen ser de 5 días, pero en México, los llamados suelen ser de 6 días. “El domingo estas vegetativo lavando ropa y se acabó, no hay más. Si es un gran sacrificio, si voy a hacer una película me tiene que gustar, tengo que estar dispuesto y tengo que estar en un momento de mi vida en el que pueda yo dejar todo y lanzarme”.

Selección de proyectos

 Debido al sacrificio que implica hacer una película, Zabé es un DP que no acepta proyectos que no lo llenen. Esto ha repercutido en contar con una filmografía no tan basta, pero eso sí, bastante exquisita. “Si ya entraste en otro proyecto, no sabes que te puede llegar mientras lo realizas, no sabes la calidad de aquello que estás dejando pasar. Por otro lado, en el caso de mis largometrajes, he llegado a ellos, no se si por suerte, o si tiene que ver con la resonancia de la vida”.

 Zabé recalca la importancia de sentirte cómodo con la gente de la que te rodeas, y él está seguro que su misma energía ha atraído el tipo de proyectos en los que está involucrado, así como la buena relación con su crew.  “Suelo trabajar en sets donde la gente es muy tranquila, de vez en cuando si me toca un set caótico, pero en el 99% de los casos atraigo a gente con la que se que me la voy a pasar bomba filando, sin estrés, cero gritos, cero neurosis, de vez en cuando caigo en eso, pero es poco. La verdad no se cual es el secreto, pero lo que yo hago es que no hago tanto, entonces cuando me llegan proyectos interesantes los puedo hacer porque estoy disponible”.

Estilo visual

Los largometrajes de Zabé tienen un toque muy especial con respecto al uso de luz natural, pero al analizar su trabajo en otras ramas como los videoclips, se nota un trabajo diferente con respecto a esta cuestión. “Me gustaría que no hubiera un estilo en mi fotografía, se que hay mucha luz natural pero eso tiene que ver con mi estilo de vida. De repente puedo hacer publicidad, con más presupuesto, lo cual me permite si poder jugar con technocranes y drones y trinitys, y cambio mucho todo”.

“Mi fotógrafo favorito es Robby Muller, lo que me encanta de él es que tiene la crudeza de un ‘Breaking the Wave’, y de repente hace un ‘Deadman’ con un blanco y negro increÍble, con una pureza sobresaliente, y de repente hace un ‘Paris, Texas’. Todas sus películas son diferentes, me encantaría poder llegar a algo así”. 

Actualmente Zabé manifiesta una inquietud por trabajar en una película, en sus palabras, más ‘compleja’, con temática de ciencia ficción.

Experimentación

Cada proyecto es abordado de manera diferente dependiendo de la historia, del director, de la experiencia por parte de los realizadores. Zabé menciona que Carlos Reygadas y él se permitieron experimentar mucho en el filme Luz Silenciosa (2007) pues llevaban de equipo, sólo lo que cabía en 2 pick ups, filmaron en Chihuahua.

 Reygadas suele trabajar con guiones muy libres que no rebasan las 30 cuartillas, cuando sus películas suelen durar más de dos horas. En palabras de Zabé, Reygadas y su gran influencia de escuela europea hace que entre ambos trabajen el storyboard de manera muy profunda. “Él siempre va a querer intentar algo nuevo y se atreve a tomar decisiones poco comunes y de buena actitud. Cuando hicimos Post tenebras Lux (2012), buscábamos como hacer una imagen que era interior y exterior a la vez, que era y no el imaginario. Lo intentamos con lentes viejos, con viñetas, pero al final la respuesta la hallamos en unas lentillas de Vantage Film en Alemania. No hubo tiempo de hacer pruebas, en el segundo día que nos llegaron los rushes, yo no estaba tan seguro del resultado, sentía que era demasiado. Al llegar el tercer día, Carlos decidió si usar las lentillas, una decisión muy valiente a mi parecer”.  

En ‘The Florida Project’ también hubo experimentación, pues las escenas de día eran filmadas con 35mm y las secuencias nocturnas eran capturadas con cámaras digitales. “Se trataba de entender el matrimonio entre el digital y el 35 mm, ¿cómo lograr que se vean bien e integrados?. Con ayuda de la post y la forma en la que se utilizó el digital”.

“El digital y el negativo son como el ying y el yang; el digital funciona muy bien de noche, aunque esté sub-expuesto tiene suavidad. Por otro lado el negativo, cuando se mete en situaciones donde no hay luz, comienza a ponerse super extremo. Contrasta y remarca mucho las líneas en las caras, se pone muy dramático. Y viceversa, el digital en el día es demasiado nítido y le falta el toque orgánico del cine”. 

Afortunadamente Alexis Zabé ha tenido la oportunidad de escoger realizar sus proyectos en celuloide o digital. Todo depende de lo que la historia pida. Para el director de fotografía el celuloide se creó para quedarse a pesar de haber tenido una baja producción con el boom del digital. “El film regresó y no hay duda que siempre estuvo para quedarse. En la última entrega de los Óscares, 6 de las 10 películas fueron filmadas. Yo trabajé los últimos 3 proyectos con celuloide.”

La estética de la película sin duda otorga al material un efecto diferente al digital. Es por esto que ahora podemos notar la tendencia de “corregir” el material digital para parecerse al análogo. “Con el celuloide siempre es una sorpresa y con el digital tienes una relación inmediata con el material. Todo tiene su manera de ser.  Tal vez es algo de formación. Cuando hicimos “The Florida Project” veía los rushes en la noche y me gustaba mucho. Cuando lo vi en streaming con una compresión horrible. Pero, por ejemplo, después de hacer “Post Tenebras Lux”, pase casi 3 años sin hacer cine. Hice  comercial, videoclips  y cortos en digital. Me entraron las ganas de hacer una película en digital y fue “Tyrell”. Claro que extrañaba el celuloide pero esta pelí no podría haberse hecho así. La hicimos en 10 días, en invierno, en Nueva York. El digital nos ayudó mucho. Utilicé Sony A7S y me encantó porque  pude ayudarme del rango del ISO de la cámara”.

 Alexis también ha dirigido sus propios proyectos de documental y videoclip. “Esa parte de mí no morirá. Es como irte con tus amigos y hacer un proyecto. Todos estamos ahí por una razón. Dirigir y fotografiar un proyecto me da libertad y variedad. Es una oportunidad de hacer mi trabajo de una manera diferente. También me gusta editar. Aprendes mucho de cinefotografía dirigiendo y editando porque sabes dónde están tus prioridades.

La cinefotografía en la música

Desde la aparición del video musical la propuesta de dirección y fotografía de estos ha modificado la industria en lo que a estética visual se refiere. Los videoclips han demostrado ser una fuente perfecta para la experimentación con el lenguaje audiovisual. Alexis Zabé no ha dejado de generar nuevas imágenes y de poner a prueba su talento tras la cámara con este tipo de proyectos. Desde trabajar con Die Antwoord, The Weekend y hasta Rosalia, el director de fotografía se adapta al estilo de cada artista.

Uno de los videoclips más interesantes en los que ha podido colaborar como DP es “HAPPY” de Pharrell Williams el cual dura 24 horas continuas. “Estuvo bien padre.  Por ese videoclip acabe viviendo en Los Ángeles. De hecho nunca pensé que me vendría para acá. Lo más interesante de este proyecto fue la matemática. Casualmente la canción cabe 365 veces en el lapso de 24 horas. Se escogieron 365 bailes y Pharrell saldría cada doce horas. Organizamos los días con bloques de bailarines. Teníamos la canción que se reproducía en loop 5 veces. En el crew todos veníamos caminando como procesión por toda la ciudad.

Lo hicimos con Alexa Classic y lentes anamórficos 55mm de Panavision. Usé estos lentes porque abren a 1.4 y había momentos en los que necesitaba la apertura, aparte de que no usamos luces.”

Comerciales  y cortometrajes

De cierta manera Zabé es de los pocos directores de fotografía que sigue haciendo este tipo de proyectos. “El comercial de Adidas fue interesante por la mezcla de formatos. La idea era mostrar que nada es original. Nadie está inventando algo nuevo. Me gustó esa idea de darle un giro a las ideas clásicas, fue jugar mucho con trucos visuales y buscar nuevas interpretaciones.”

“Para mi el cortometraje es un formato increíble. Y más hoy en día que el nivel de atención de las audiencias ha cambiado. Me interesa lo POP y las ideas que son importantes para comunicar. El corto es otro tipo de difusión y llegan a otro público. Harmony Korine es un director al que le gusta trabajar con la realidad y lo absurdo de esta. “Snowballs” fue loco porque iba a ser otra cosa. Cuando hicimos el scouting acababan de suceder  las inundaciones en Nashville y todo estaba como lo dejaron. Pero dentro de todo eso había una casa impecable y fue el único cuate que reconstruyó su casa. Cuando lo conocimos Harmony reescribió el guión y mucho fue improvisación. Era una locura jugar con la realidad y poner elementos uno encima del otro para darle otro significado”.

Ser director de fotografía le ha permitido evolucionar en su carrera. Para él este medio te permite reinventarte. “Ahora entiendo porque los mejores DPs tienen 80 años. No hay manera de que te canses o te aburras. Nunca paras de filmar. Estar en el set te da energía. Es lo mas padre del proceso cinematográfico”.