Por Dunia Rodríguez
Fotogramas

Hilda Mercado AMC supo desde muy joven que su mundo sería la cinefotografía. A los 14 años, nos dice. Ni dirección ni producción, la decisión estaba tomada: es cinefotógrafa.

Con una carrera que incluye proyectos comerciales, documentales, largometrajes y series de televisión, hechos lo mismo en México que en China, Estados Unidos o Sudáfrica, Hilda Mercado AMC hizo su primer documental para una compañía de comerciales que se llamaba María Negra, “ahí filme un corto en 16 mm en Oaxaca”. 

Cinco años después, en 2001, vino un largometraje en Estados Unidos que filmó en 35 mm. Una oportunidad ocurrida a tan solo ocho meses de graduarse del American Film Institute de la maestría de Cinefotografía (AFI) en Los Ángeles, California.

“Siempre he sido amante del cine. Desde muy joven, a los 14 años, empecé tomando fotografías en blanco y negro y revelando e imprimiendo en el laboratorio”.

En esa época no tenía idea de que se iba a dedicar a la fotografía de cine. Fue durante sus estudios de Comunicaciones, que pensando en dedicarse a la publicidad, se topó la materia de Cine. 

Ahí se enamoró del proceso de filmación: el break down de un guión y  la puesta en escena, entre otros elementos. Y aprendió un nuevo idioma: “el lenguaje visual para contar historias. Los lentes, cómo mover la cámara y cómo afecta o apoya el momento en esa escena y el manejo de cámara e igualmente la iluminación de una escena creando ambientes”. 

En ese momento, “supe que lo que más me gustaba era el trabajo de cámara e iluminación. Fue muy claro para mí. No quería dirigir, producir, editar. Sólo me quería dedicar al trabajo de cámara”. Entonces esa  ha sido su guía y consigna: crear imágenes, capturárlas, para contar una historia. Ha cultivado su talento y lo ha perfeccionado, lo enriquece y pule con cada proyecto que le deja nuevas enseñanzas.

La filmografía de Hilda Mercado AMC es amplia, desarrollada en países diversos, con la que ha obtenido importantes premios y reconocimientos, como en el International Cinematographer’s Guild, donde recibió un Logro Artístico en Cinematografía por la película titulada La Primavera y por A Piece of Earth. 

Su trabajo ha sido nominado a la mejor cinematografía por el Video musical Bienvenido al Anochecer en el Festival de Cine de Cristal en México por el grupo ganador de los premios Grammy, La Ley. Entre muchos otros.

En esta ocasión comparte para la AMC su experiencia en 108 Costuras (Fábrica de Cine), un filme recién estrenado en México en el que se propuso llevarnos a mirar muy de cerca a los personajes, sus movimientos, sus sudores y sus pensamientos.

“Mi misión es hacer contribuciones únicas. Mi objetivo es traducir su visión, su historia, en poderosas imágenes cinematográficas”.

Jugar con el contraste 

108 Costuras es la historia de Mauricio y Reynaldo, dos niños que sueñan con llegar a las grandes ligas del béisbol. Un filme emotivo del director mexicano Fernando Kalife, producida por Gastón Pavlovich, con el mensaje de que los sueños son posibles cuando impera la amistad y la perseverancia.“Se basa en creer en nosotros, en creer que sí se puede y estos dos chicos tienen un sueño y lo logran a pesar de las adversidades”.

Para Hilda Mercado AMC, representó un proyecto ambicioso, con dificultades a la hora de filmar, pero “me dio muchas satisfacciones”, cuenta. La historia se centra en dos jugadores de béisbol a quienes “seguimos desde que son chicos hasta adultos, pasando por los equipos donde crecen, cuando están en la Academia de Beisbol y hasta que son profesionales”. 

Hilda Mercado AMC aceptó hacer la Dirección de Fotografía de 108 Costuras porque “la vi como una película que motiva, un género que apenas se está haciendo en México, porque generalmente se hace cine de arte o con temas de violencia o drogas, aunque también hay mucha comedia”. El reto mayor de este proyecto fue filmar el béisbol en el lugar de los hechos: un estadio y el diamante, y lograr estar en los movimientos y en los pensamientos de los jugadores. 

-¿Dónde viste el reto?

“No se trataba de: vas a caminar de A a B, o correr de primera a segunda, sino que el personaje cacha o no cacha la bola; la batea o no la  batea. Todo, en el sentido de la historia. Lo vi como un reto y propuse estar siempre en el campo; casi no ver desde atrás, desde las gradas, no ver lo que ellos están haciendo, sino estar muy cerca de su espacio vital, que se viera el bateo. La propuesta fue estar en ellos, verlos sudar: literal ver sus pensamientos. Eso me motivó a hacer la película”.

-¿Cómo fue filmar las escenas de béisbol?

En primer lugar, “trabajar con Gastón Pavlovich, el productor, fue una experiencia formidable. La ventaja que tuve en esta película fueron las siete semanas de preparación. En ese sentido, no es que se me hay hecho más fácil, sino que tuve más tiempo para pensar, para hacer las preguntas sobre los estadios y los tiempos disponibles para usarlos o si se podían prender las torretas de luz”.

Fue un tiempo valioso que además le permitió saber con mayor precisión sobre el equipo de producción y también para diseñar las escenas, pensando en transiciones prácticas o mecánicas en lugar de hacer efectos especiales, cuando  Mauricio y Reynaldo pasan de niños a la edad adulta. 

Las escenas de béisbol, narra, se hicieron en cuatro estados, tanto en México como en Estados Unidos, por ejemplo, en el estadio de Los Dodgers en Los Ángeles.

Sin duda, la dificultad más obvia fue el tiempo para realizar una escena. “Parece muy fácil decir: tira la pelota, batéala y cáchala. Pero la verdad es que no lo vas a filmar en un gran abierto, sino que se filma en varias tomas. “En mi mente quería poner más detalles, más tomas, más barridas; cosas que hicieran los partidos más orgánicos”. 

El reto fue poder filmar el número de escenas y de tomas que se necesitan para contar una historia en un partido de béisbol en el tiempo que tenían para filmar, es decir, siete semanas, pero “filmar, cubrir el partido y contar la historia, lo logramos bastante bien”. 

-¿Técnicamente cómo lograste el resultado de 108 Costuras?

“En algunos estadios lo más sencillo hubiera sido prender todas las torres de luz, pero preferí jugar con el contraste, evitar sombras múltiples y sólo prender las que necesitábamos para esa escena o toma en específico”.El costo de prender las torres de luz en los estados es elevado y entonces Hilda puso en juego la pericia, la creatividad y el conocimiento del arte de la cinefotografía. 

“Hubo una escena que se decidió filmar de día y no de noche -como marcaba el guión- porque el costo excedía el presupuesto asignado. En ese caso me enfoqué mucho más en los movimientos de cámara para apoyar esas escenas y hacia dónde emplazábamos cámara dependiendo la hora del día”.

Filmar en el estadio de Los Dodgers fue una grata y retadora experiencia, revela: “primero, porque sólo tuvimos un día para filmar 10 escenas, ya que es carísimo filmar ahí. Por otro lado nos fue negado utilizar cualquier tipo de luz en el túnel y en el terreno de juego. “Así que fue más bien crear contraste por apagar o bloquear luces que existían en los diversos lugares que filmamos en el estadio”. 

Por el gran costo de prender las torres de luz en el estadio de los Dodgers, “tuvimos que diseñar una escena filmando sólo con los cintos de pantallas entre piso y piso. La luz que arrojaron estos cintillos apenas nos daba la exposición base, casi por nada, para tener algún detalle en el campo de béisbol que se veía desde donde estábamos filmando y no una zona obscura, en vez del campo de béisbol”.

En 108 Costuras “escogí filmar con Arri Alexa y con Red -pues las dos cámaras brindan un look diferente-, y las asigné según las diferentes etapas de nuestros personajes. El formato fue 2:40 con lentes esféricos- Ultra prime Zeiss y Zooms Angenieux”.

Los efectos visuales y duplicación del auditorio fue otro reto, ya que limitaba la forma de mover la cámara y apoyar que el movimiento permitiera reproducir después a los participantes en las gradas. “Filmamos esta película a dos cámaras con lentes ultra prime Zeiss. Lo cual en escenas de acción deportiva invita a ser creativo en el número de tomas para poder cumplir con el plan de trabajo y presupuesto”, precisa Hilda.

La propuesta fue utilizar “cámaras ligeras y flexibles para poder estar en el espacio vital del jugador de béisbol. Mi enfoque fue querer ver lo que piensa el catcher y pitcher antes de ver la acción. En algún momento diseñamos una cámara dentro de una pelota hecha en plástico, para que la bateara un jugador, tristemente no llegó al corte”.

Menos es más

Uno de los más recientes proyectos de Hilda Mercado AMC fue la filmación en Atlanta de dos episodios de la serie The Resident (Fox), de la temporada 2. Parte de su trabajo fue igualar la estilo visual y de cámara que el Director de Fotografía principal diseñó y con esos parámetros iluminar esos ambientes sin que se notará la diferencia entre los dos directores de fotografía. 

The Resident es una serie de médicos y gran parte de las escenas tienen mucho movimiento. Filmar una serie de televisión implica filmar muy rápido y terminar el plan de trabajo del día o sí o sí, expresa.

Uno de los recursos que más me gustó utilizar en The Resident fue las luces LED Bi-color. Son portátiles, ligeras, tienen la opción de utilizar baterías y hay varios tamaños además de ser Bi-color, lo que hace mucho más rápido el tiempo de iluminar y montar una luz entre toma y toma, sin tener que esperar demasiado.“Lo que últimamente he utilizado son los LED Bi-color en particular los de rosco DMG´s Lumiere”

Particularmente Hilda Mercado AMC pone el enfoque en una delicada estratagema: “más es menos”. Por ejemplo, en escenas de noche y con las cámaras digitales trata de utilizar lo que ya está ‘naturalmente’, siempre y cuando apoye la historia. A partir de ahí, la idea es “más bien quitar, apagar luces de la calle y no utilizar condors que en los casos que últimamente he fotografiado hacen que la escena no se vea natural sino iluminada”. Porque a Hilda le gusta aprovechar el ambiente existente “y solo apoyar con una lucecita por ahí o por allá”.

Además están los infaltables que le han acompañado a lo largo de sus proyectos. Se trata de herramientas que integran una lista vital con las cuales comienza a poner manos a la obra, dando forma a la luz: 1. Exposímetro 2. Artemis 3. Sunplan or Sun Surveillance 4. Shot Designer 5. File Maker Por Advance 6. Scriptation 7. Davinci Rsesolve.“Todas estas herramientas me ayudan a poner en orden mis pensamientos, ideas creativas, equipo y luego la logística, equipo técnico equipo camera, luz y tramoya”.

Jugar con perspectivas

Uno de los principios creativos de Hilda Mercado AMC está en el camino que le aconsejaron sus maestros: “filma todo lo que te caiga en las manos, no dejes de filmar; se perseverante, se buen líder y rodéate de personas que tengan igual o más experiencia que tú. No tengas miedo de experimentar y cometer errores”. 

Es la práctica que hace al maestro, la experimentación creativa que nutre y le descubre algo nuevo y, en suma, con la que cultiva al ser creativo. Así Hilda, que al momento de esta conversación, está a punto de empezar un nuevo proyecto.

“Es una película en Nueva Orleans. Un thriller donde se aborda el tema del inconsciente y pérdida de memoria. Así que me estoy enfocando en diseñar una película en la cual podamos jugar con la óptica, ensuciar y crear texturas utilizando filtros y elementos en primeros planos, diseño de transiciones entre las escenas reales y las que son del inconsciente”. 

También le gustaría utilizar elementos prácticos y no efectos visuales. “Jugar con perspectivas, movimientos de cámara, meternos en la mente del protagonista sin necesidad de hacer después efectos digitales”. 

Al respecto, como Directora de Fotografía, encuentra ventajas y desventajas en las nuevas tecnologías. Todo depende de cómo se utilicen. Lo importante, subraya, es no perder de vista la historia, el arco de los personajes; no dejarse distraer por los avances tecnológicos. 

“Siempre apoyaré las nuevas tecnologías que no nos distraen de enfocarnos en lo básico, es decir, la historia que estamos contando. Es muy fácil perder el punto de vista de la historia si nos enfocamos en la cámara más nueva o el lente más rápido. Hay que enfocarnos en la importancia de esa escena en particular, si avanza la historia o no. Nosotros como narradores visuales, apoyar esa parte con la cámara, lentes, sombras, color y luz”.

No perderse sino apoyarse, para que el espectador que ve la película o la serie “se emocione riendo, llorando, pegando gritos de miedo. Que la historia y desenlace viva en su mente por algunos días. Si queremos que todo sea una platea plana a la cual luego en postproducción le vamos a dar texturas y profundidad pues, no”.

–¿Qué elementos de tu fotografía nos dicen que detrás de la imagen está Hilda Mercado?

“Personalmente me gusta iluminar desde afuera del set si es posible, o lo menos intrusivo, para poder dar espacio a los actores y a la cámara en una locación. Aunque personalmente tiendo a visualizar una escena lo más naturalmente que puedo, es decir, que no se vea artificialmente”.

Para llegar a ese punto, Hilda Mercado AMC, explora el guión, podría decirse que lo escucha para diseñar la imagen, luego junto con el director, completa la obra. “Esos son los lineamientos para que yo pueda diseñar y entregar una película”. 

Ella explica que lo más importante es capturar atractivas imágenes, junto con las del director, y contar una historia.“Tengo la experiencia para crear estados de ánimo y lugares a través del color, los ángulos, el movimiento, la luz y las sombras”, una sensibilidad que combinada con los conocimientos técnicos y capacidad artística, se traduce en “bellas imágenes”.

Hilda Mercado AMC es fiel a sus principios creativos: poner luz donde germinan las bellas imágenes para contar historias.