Por Teresa Zeron-Medina Laris y Carlos R. Diazmuñoz Cerdán AMC
Fotos de archivo familiar
Carlos Díazmuñoz Gómez AMC, al dejar sus estudios como ingeniero eléctrico, comenzó su carrera profesional como fotógrafo de foto fija en el periódico ‘El Agrarista’ en el Distrito Federal del cual su padre, Vidal Muñoz Díaz, era el dueño. Por razones de política, su padre Vidal cambió su nombre a Vidal Díaz Muñoz y Carlos llegó a tener dos actas de nacimiento, una con el nombre de Carlos Muñoz Díaz Gómez y luego la de Carlos Díaz Muñoz Gómez. En ‘El Agrarista’, Carlos fotografiaba a políticos y campesinos ya que su padre defendía los derechos de los cosechadores de caña y llegó a fundar el sindicato de trabajadores de caña de azúcar en el estado de Veracruz, en la cuidad de Lerdo de Tejada donde ahora existe una calle con su nombre. Ahora también existe el pueblo con el nombre de Vidal Díaz Muñoz cerca de Perote en el estado de Veracruz México.
Su madre, Elvira Gómez, nacida en el pueblo de Baños de Molgas provincia Ourense en España, llegó a la ciudad de México donde conoció a Don Vidal quien nació en el estado de Veracruz. Elvira se casó con Vidal a sus 18 años de edad y tuvieron cuatro hijos: Sara, Ricardo, Carlos y Eduardo. Vidal Diaz Muñoz enviudó tres veces y Elvira fue la tercera esposa. Carlos tuvo varios hermanos y fueron muy cercanos todos, nunca se consideraron medios hermanos.
Carlos comenzó su carrera en la publicidad al entrar a ‘Películas Candiani’ fundada en 1954 y de las primeras productoras de comerciales para cine y televisión en la Ciudad de México, donde figuraban grandes cinefotógrafos como Rubén Gámez y Armando Betancourt. Carlos también llegó a compartir el set con Mario Muratalla, Carlos Sevilla, Roberto Behar así como con sus hijos Carlos Ricardo y Martin Eduardo, quienes actuaban en comerciales y trabajaban como locutores doblando comerciales a causa de la falta de cámaras silenciosas de cine para publicidad en esas épocas del inicio de los setenta.
El inicio de Carlos Díaz Muñoz Gómez en ‘Películas Candiani’, fue como asistente de producción. Ascendió rápidamente hasta llegar a ser director de comerciales en la empresa de prestigio -casi monopolio de casas productoras de publicidad de esa época-, en conjunto con ‘Cine Comercial’ de Hans Beimler, famoso director y cinefotógrafo alemán que le prohibía la entrada al set a los clientes y agencias pero lograba grandes resultados en sus campañas filmando product shots magistrales en su propio foro decorado de tramoya en sus enormes muros blancos.
Raúl Candiani tenía equipo de cine y foro en una época en la que las importaciones de equipo eran muy escasas y llegaban a filmar hasta 300 comerciales al año. Esto le pesó mucho a Carlos ya que su esposa americana, Susan Lois Cerdán lo abandonó, dejándolo como padre soltero a sus 27 años junto a sus hijos Carlos Ricardo de siete años y Martín Eduardo de solo seis. El nivel de producción era muy exigente y la responsabilidad de estar solo con sus hijos era impensable. Susan les dejó únicamente una carta antes de irse a la India y nunca la volvió a ver.
Susan era modelo y ganaba más dinero que su marido en esas épocas iniciales en el empresa. Actuó en una parte pequeña, como modelo de pasarela, en la película de Mauricio Garcés, ‘El modisto de señoras’. Ella fue la que recomendó a su esposo para que entrara a ‘Películas Candiani’ a trabajar. Con toda la fuerza y fe para salir adelante, Carlos continuó trabajando y retomando su vida con sus amados hijos, quienes se la pasaban en las instalaciones empujando las toninas hechas en Candiani y jugando a las escondidas en las bodegas de escenografía. Carlos no quería dejar a sus hijos solos y la única solución era que su nana Rosa los llevara caminando a la productora después de la escuela todos los días.
Carlos fundó la empresa llamada “Freelance” en la ciudad de México a mediados de los años setenta junto con sus socios Mario Muratalla y cinefotógrafo Armando Betancourt, padre de Germán Betancourt, distinguido asistente de cámara hoy en día. Carlos dirigía los comerciales, Armando fotografiaba y Mario era el productor de la empresa. En esos días se compraron una Arriflex IIC de 35mm que fue robada años después y vendida a un productor de prestigio de publicidad. En los años ochenta y gracias a Carlos, se recuperó la cámara y la entregó a Muratalla, su ex socio. El productor no sabía que la cámara era robada de la productora Freelance.
Diazmuñoz se mudó a Tucson, Arizona para darle mejor vida a sus hijos y salirse de la poblada ciudad de México. Arrancó su carrera como cinefotógrafo aún cuando ya era director, algo no muy común ya que, generalmente, los cinefotógrafos ascienden a dirigir pero Carlos optó por retomar su oficio inicial de fotógrafo, pero ahora con imágenes en movimiento filmando en 35mm.
Carlos Diazmuñoz juntó su apellido paterno al igual que sus dos hermanos Eduardo y Ricardo, para evitar que su apellido paterno se dividiera. Así las siguientes generaciones adoptaron el apellido Diazmuñoz en conjunto en las actas de nacimiento actuales. Su hermano más chico Eduardo, es compositor de música clásica y director ganador del premio Grammy Latino. Ricardo, su hermano mayor, fue director de teatro y actualmente es escritor, ganador del premio Juan Rulfo por mejor novela ‘Así sea’ en 1986. La familia Diazmuñoz siempre fue apoyada en las artes por Don Vidal y Elvira. El legado de Ricardo, Carlos y Eduardo, ha pasado a sus hijos respectivamente en el cine, fotografía, música y publicidad en Estados Unidos, México e Inglaterra.
Carlos regresó a la ciudad de México en los años ochenta y comenzó a trabajar en Cine Concepto, empresa de prestigio en la época de oro de la publicidad en México, encabezada por Paco Murguía. La empresa tenía como cliente principal a Chrysler y Carlos se especializó en publicidad de automóviles trabajando con actores reconocidos como Ricardo Montalbán. También trabajó con las famosas rubias ‘Superior’ de las campañas de cerveza .
La esposa de Diazmuñoz en esos tiempos, Stephanie Potts, viuda del publicista Jim Potts, sufría cuando se contrataba a las rubias ‘Superior’ de la revista Playboy. Carlos rodeaba a la modelo con rebotes de unicel creando una luz suave, fashion y preciosista la cual se sigue utilizando en estos tiempos, aún con las luces de textura suave de esta época, y cerraba su set sin que Stephanie pudiera ver lo que hacía. Cabe mencionar que Stephanie también trabajaba en el medio de la publicidad, pero nunca soportó que a Diazmuñoz lo rodearan las bellezas en los sets de las campañas tan famosas.
Carlos Ricardo se incorporó a las producciones con su padre como su primer asistente de cámara en 1985, después de haber estudiado cine en el Instituto Mexicano de Cinematografía y Teatro en la Ciudad de México frente al campo militar en la calle de Conscripto. Otros estudiantes del Instituto fueron Rodrigo Prieto AMC, ASC, Celiana Cárdenas AMC, Ivón Guevara del grupo musical Flans, Martin Eduardo Díazmuñoz, Manolo Serrano, Pedro Domeq, Hugo Carrillo, Germán Lazcano, Tanya Potts, Pedro Agüera y Joaquín Bissner entre otros.
Carlos adoptó el apodo de ‘Chief’ ya que su hijo se negó a decirle padre o jefe en esas épocas de gloria trabajando juntos, viajando por varias ciudades de México, Chile y Estados Unidos cuando los presupuestos no eran tan recortados como hoy en día. El apodo de Chief quedó inlcuso adoptado por la familia, sus más cercanos amigos y mucha gente del medio. Carlos y su hijo Carlos Ricardo trabajaron juntos como ‘los Diazmuñoz’ en cientos de producciones publicitarias y video clips en empresas como ‘Cine Directo’ de Luiz Antúnez, ‘Freelance’ de Mario Muratalla, ‘Eduardo Fernández y Asociados’, ‘Quittani’ de Kiko Guerrero, ‘Enfoque Films’ de Miguel Rico, ‘Síntesis’ de Fran Gardoni, ‘Jorge Cosío y Asociados’, ‘Dos Producciones’ de Hugo Scherer, ‘AD-HOC Cine y Video’ del Chino Soto y ‘Filmocumunicación’ de Pepe Soto entre muchas mas.
La época de oro de la publicidad, como le decía Diazmuñoz, fue un momento muy grato e inolvidable para Diazmuñoz a lado de su hijo Carlos Ricardo quien no dejaba de trabajar con otros cinefotógrafos internacionales por ser bilingüe derivado de su vida en Estados Unidos por ocho años. Incluso compartió el set de comerciales estadounidenses con Alfonso Cuarón -asistente de dirección es esos tiempos- y Nick Mendoza como director quien radicaba en Los Ángeles pero traía producciones de alto presupuesto a la ciudad de México. El Chief presumía con mucho orgullo el legado que le había otorgado a su primogénito. Diazmuñoz también viajó a Guatemala, Alemania, Japón, España, El Salvador y seguido hacían la post producción en Action Video en la ciudad de Los Angeles California donde los clientes, productores y directores no se median cenando en los mejores restaurantes de sushi y hospedándose en el famoso ‘Chateau De Marmont’ al que llegó a invitar a su hijo Carlos Ricardo que radicaba en Los Angels antes de cambiar sus estudios de ingeniería aeronáutica a cine.
En los años noventa Carlos Ricardo partió a Estados Unidos una vez más para ser director de fotografía/cinefotografo en la ciudad de Houston. Carlos perdió a su asistente de cámara y entró a trabajar a ‘Araiz Producciones’ después de la muerte del dueño Paco Araiz y conoció a Rito Saldivar, extraordinario asistente de cámara en múltiples campañas de Liverpool. ‘Araiz Condoy’ fue la primera empresa en filmar publicidad en la plaza roja de Moscú bajo la batuta de Nadine Markova como directora y cinefotógrafa y la viuda de Paco Araiz, Nancy Oliver Araiz como diseñadora de producción quien dió el toque de elegancia por tantos años a las inigualables campañas de Liverpool que se rodaban por todo Europa con el sello de una sola toma descubriendo paisajes y modelos europeas inigualables.
Durante muchos años el Chief trabajó como productor, director y director creativo junto a Oliver Araiz como diseñadora de producción, productora y directora creativa de todas las campañas de Liverpool en Araiz Producciones que después cambiaría su nombre a ‘Capricho Films’. Ambos tenían la fortuna de no tener que lidiar durante las filmaciones con cliente o agencia, salvo algunas ocasiones en las que estos asistían por puro gusto. El sello europeo de Liverpool fue por muchos años un sueño hecho realidad para muchos publicistas y más aún para el personal fílmico al que se le pagaba a la semana (nunca filmaban sin el anticipo del 50%), y no rebasaban las 12 horas de trabajo jamás.
Su hijo Carlos Ricardo regresó a la ciudad de México y se incorporó una vez más al equipo Diazmuñoz y Oliver Araiz, filmando más de 40 comerciales de Liverpool con la cámara Arriflex BLIII de 35mm y óptica Carl Zeiss Super Speed, conocidos en México como High Speed y que aún existen en la empresa de ‘Capricho Films’. Otra producción memorable para los Diazmuñoz y Oliver Araiz, fue la realización del video clip musical de la pieza ‘Noche de jaranas’, del compositor mexicano Silvestre Revueltas bajo la batuta de su hermano menor Eduardo Diazmuñoz con la sinfónica Carlos Chávez. El video clip musical tuvo presencia en el Arts Channel por muchos años y sus valores de producción incluían locaciones como las pirámides de Teohtihuacán, el castillo de Chapultepec, el museo de Antropología de la ciudad de México y el conjunto Cultural Ollin Yoliztli al sur de la Ciudad de México.
Los tiempos cambiaron y el Chief se adaptó al mundo digital adquiriendo, en conjunto con Carlos Ricardo alias ‘Chuck’ -un apodo creado por sus sobrinos hijos de Martín Eduardo-, una Sony dvcam DSR PD100A y su primera computadora Mac dual 800 con el software Final Cut v1.0. El Chief se convirtió en experto de la edición digital tras haber pasado como editor también en moviolas de 35mm, 16mm y el mundo patético de la edición lineal con cinta magnética. Gracias a su hijo Chuck, aferrado de la tecnología, el Chief aprendió computación antes del año 2000 rompiendo con el mito de su generación y se adaptó a las nuevas tecnologías.
Después de mas de 5,000 producciones publicitarias, documentales y video clips musicales, Diazmuñoz finalmente se aventuró en su segunda película ‘El padre pro’ con el director Miguel Rico a quien conoció en ‘Enfoque’ en los años ochenta y con quien también grabó en HDV, su tercer película titulada ‘Guerrero de triunfo’ con el club de futbol Santos Laguna y Eric del Castillo en el reparto, gran amigo de Miguel Rico. Chief también editó las dos películas, aunque en ‘Guerrero de triunfo’ no se le dio el crédito como editor pero sí como director de fotografía.
La primera película de Diazmuñoz fue en 1970 junto con su hermano Ricardo, sus hijos Carlos Ricardo y Martín Eduardo en ‘Los colores perdidos de la tierra’. La película era un guión de su hermano mayor Ricardo, en la que tres niños pobres trataban de salvar a la humanidad ante la insensibilidad humana y se filmó en 8mm.
Su última película ‘Juego de héroes’, fue a lado de su hijo Chuck que lo invitó a filmar con él cambiando los papeles y agradeciendo a su padre por todo lo que hizo apoyándolo por tantos años.
Para Carlos Ricardo, el Chief siempre fue su primera elección en cuanto le pedían una segunda unidad en cualquier producción. Para el Chief, el set era su segundo lugar favorito después de estar a lado de Oliver Araiz viajando por el mundo en su velero favorito el ‘Windstar’ navegando por el mediterráneo, absorbiendo el Sol que acabó siendo su mejor y peor aliado.
Cambiaba todos sus planes familiares si le caía un llamado, su vida era filmar y rodar las cámaras de 35mm y luego la captura digital. Su prioridad por filmar pasó a segundo plano después de muchos años cuando, gracias a Oliver, su vida cambió para bien adquiriendo el ex Cine Esperanza en Coyoacán, su fuerte, su hogar, viajando por el mundo y pasando sus tiempos con sus hijos y nietos Jack Martín, Austin Carlos, e Isabela Rose.
El Chief logró lo que muchos sueñan: tener amor verdadero por su pareja, por sus hijos siendo padre y madre a la vez, por él mismo y al final por el orgullo de su profesión y pasión de los rodajes. Ahora todo es una memoria honorable, capturada en la gloria de donde todos venimos y todos acabaremos, el universo, la energía, el polvo, la luz.