Ya sea desde la literatura o bien, bajo la misma estructuración narrativa en guion, las historias son creadas dentro de diferentes convenciones que establecen margen y expectativa de lectura al espectador, cumpliendo paradigmas o resignificando vueltas de tuerca en sus actos. No obstante, es el proceso para crear determinado tratamiento visual ante dichas obras, lo que rebasa a la convención misma. Es así como Ignacio Prieto AMC, ha redefinido maneras para narrar distintos géneros desde la luz. A lo largo de su trayectoria como director de fotografía, el egresado de la ahora ENAC (Escuela Nacional de Artes Cinematográficas), ha filmado cintas como ‘Es por su bien’ (Alfonso Pineda Ulloa, 2024), ‘Soy tu fan: la película’ (Mariana Chenillo, 2022), y diversos proyectos de serie como ‘Somos’, producida por Netflix. En esta ocasión, abordaremos su labor en ‘Ojitos de huevo’, serie creada por Big Drama y Santiago Limón, con streaming para Netflix. También, ahondaremos en la película de acción ‘Sayen’, dirigida por Alexander Witt y disponible en Amazon Prime Video.

‘Ojitos de huevo’ “Uno de los primeros pasos que decidí tomar, fue evitar muchos convencionalismos de lenguaje y luz frente a la comedia. No todo tiene que ser plano y sin volumen cuando se trata de este géner”, dice Ignacio Prieto AMC, sobre ‘Ojitos de huevo’, una historia dividida en nueve capítulos en los que vemos la travesía de Alexis, quien sufre de ceguera, en compañía de su mejor amigo Charly – quien tiene parálisis cerebral-, en camino a mudarse a la Ciudad de México para triunfar como comediante de stand up. “Desde que leí los primeros capítulos de la serie me sentí interesado; me reí mucho. Era humor negro puro, algo muy distinto a lo que había hecho. Me gustaba que estos dos personajes hicieran comedia de sus circunstancias, del mundo, de cómo los rodeaba, de cómo los ve la gente y cómo los trata. Pero la primera vez que leí esos cuatro capítulos dije: ¨quiero hacer esto, es ideal para hacer locuras y explorar nuevas cosas¨”. “Cuando llego a un proyecto, trato de trabajar de la manera más naturalista posible, dándole paso también al contraste, las sombras y las siluetas, porque claramente, existen”, añade el cinefotógrafo quien comparte, tomó como referencia cercana a la serie británica de comedia ‘Sex Education’. “Es un buen ejemplo de cómo las historias de este tipo son fotografiadas sin dejar de lado la oscuridad y el volumen”, argumenta. Por otra parte, ‘Ojitos de huevo’ tuvo un trabajo de mesa tomando como análisis algunas cintas tales como ‘Amélie’ (Jean-Pierre Jeunet), interesados por el juego constante entre lentes de gran angular. La serie producida para Netflix, fue filmada con una cámara ARRI Alexa Mini LF, además de contar con óptica Supreme Prime de Zeiss, utilizando en la mayoría de su propuesta visual lentes de tipo angular.

“Muchas veces esto implicó resolver algunos retos durante el rodaje puesto que algunas de las locaciones eran muy pequeñas. Tal es el caso de La Perla que es un icónico bar, no solamente para la misma ciudad, sino también para lo que ocurre en la historia. Gran parte de ella ocurre ahí y sin embargo, el espacio es muy reducido, sin muchas posibilidades de colgar luces desde su estructura”. Aspecto crucial que conduce tanto al scouting como a las posibilidades actuales del mundo digital y su gran sensibilidad en cuanto a sensores de captura. “Por un lado está el conocer cada espacio, su revisión de altura, la separación real que existe entre las paredes, pero sobre todo, entender qué motiva la luz internamente; saber si la luz viene desde el exterior a través de grandes o pequeñas ventanas, o bien, si tiene fuentes internas. Si conoces esto, entonces puedes apoyar desde tus luces las características naturales del lugar y que hoy en día, menos es más. Las cámaras digitales te permiten jugar con pocos elementos para espacios pequeños como en esta ocasión”. Por otro lado, Ignacio Prieto AMC recalca la necesidad del apoyo constante entre el director de fotografía y el diseñador de producción, pues el tratamiento visual de cada locación está en una constante codependencia.

“A toda costa, me gusta buscar texturas para los fondos, ya sea desde algo material que deba instalarse como un papel tapiz, o bien, aspectos naturales como marcas de humedad, del paso del tiempo y otros detalles que no dejen una pared completamente lisa”. Sin embargo, ‘Ojitos de huevo’ trasciende la concepción misma de la labor fílmica, comprendiendo que la resignificación de un género cinematográfico viene tanto de la luz como de la historia per se a narrar. “No hay duda alguna que en cada uno de los proyectos te transformas profesionalmente, pues cada historia representa experiencias particulares de aprendizaje, pero en esta ocasión, fue en lo humano más que en cualquier otro sentido, el valor de esta serie. Aprendí que siempre es posible seguir hacia adelante, dejar de quejarse un poco y avanzar, porque todo puede ser posible”, conlcuye Ignacio.

Volver a filmar en el Sur

Para el año 2021, Ignacio se encontraba camino a Chile, su país natal, para comenzar a narrar una historia diferente. En medio de la pandemia por COVID, se gestaba un nuevo proyecto de acción que contaría la lucha de una integrante del pueblo mapuche en contra de un grupo colonizador de tierras sagradas y de capital. Es así como Prieto fotografiaría ‘Sayen’, dirigida por el también chileno Alexander Witt, quien ha realizado la segunda unidad de cintas como ‘007: No Time to Die’ (Cary Joji Fukunaga, 2021), ‘Avengers: Infinity War’ (Anthony Russo & Joe Russo, 2028), entre otras películas de acción. “Llegué al proyecto después de que Rodrigo Ramírez, un reconocido gaffer chileno, le hablara de mí a Alexander. Me entrevisté con él en una plática larga y terminó eligiéndondome como su cinefotógrafo”. “Algo interesante de este proyecto es que desde un principio, Alexander quería centrarse en un conflicto propio a las características culturales de la zona, además de integrar elementos de la comunidad mapuche, empezando con que la protagonista realmente perteneciera a dicho grupo originario”. Sin embargo, los retos de Sayen se vieron supeditados a diferentes complicaciones, como la contingencia y las condiciones naturales del clima, con dificultades como contar únicamente con ocho horas efectivas de luz.

“Filmamos en una época compleja, una estación del año en la que en un día teníamos tres condiciones de clima diferentes, sin contar con una lluvia constante que duraba más de 24 horas continuas. Todo el tiempo era sumar a tu peso, el de la ropa mojada y el barro en zonas donde después, los stunts estarían haciendo cada coreografía de acción”, añade. “Yo sabía a lo que nos íbamos a enfrentar. Alexander quería filmar en invierno en el sur de Chile que yo conocía bien. Era imposible no pensar en todos los retos a los que nos enfrentamos, pero sin duda los paisajes, las cascadas, bosques, montañas, serían increíbles de ver”.

Decisiones creativas

Las condiciones del rodaje de una película juegan un papel crucial en la determinación de las decisiones técnicas que se toman durante la producción. Desde el entorno físico hasta los recursos disponibles, cada aspecto del set de filmación puede influir profundamente en la calidad y en el estilo final del proyecto. La iluminación, el sonido y el uso de equipos especializados, son sólo algunos ejemplos de cómo el contexto específico de un rodaje puede determinar las soluciones técnicas adoptadas. Un entorno al aire libre, por ejemplo, puede requerir ajustes en la iluminación para capturar la escena de manera óptima, mientras que un set interior puede presentar desafíos propios en términos de espacio y acústica. Estas condiciones no solo establecen la logística de la filmación, sino también la creatividad y la innovación técnica que los cineastas deben emplear para lograr su visión artística. Sobre esto, Ignacio comparte que para encontrar el camino adecuado para definir los recursos técnicos, es necesario pensar en el tipo de producción que tienes entre manos y sobre todo, conversar con el director para llegar a puntos en común. Desde un principio, Prieto propuso utilizar lentes rápidos debido a las pocas horas de luz que habría durante el rodaje y también con la finalidad de trabajar de una manera naturalista y prescindir del uso de luz eléctrica dentro del bosque. “Se trataba de una cuestión de practicidad que nos permitiera filmar con más tiempo”, comenta. ‘Sayen’ se filmó con la ARRI Alexa Mini LF y con óptica Zeiss Supreme Prime, además de ser iluminada primordialmente con luces LED funcionables con batería. “Hubo un momento en el que la locación quedaba a más de hora y media, en una reserva natural a la cual no llegaba la planta de luz; era de noche y necesitaba iluminar el bosque. Teníamos una fogata con fuego permanente y fuentes LED que nos permitieron lograr esas secuencias”, comparte. “Una de las primeras cosas que platicamos fue el formato que tendríamos que usar. Alexander estaba pensando en usar anamórficos y esto me hubiera encantado, pero las condiciones lo hacían poco probable; durante el invierno tenemos menos horas de sol. Hice un cálculo y solo contábamos con ocho horas, además de que necesitaba unos lentes rápidos que abrieran a 1.3. Todas estas decisiones fueron pensadas en la practicidad ya que si hubiera sido anamórfico, habríamos tenido que filmar más rápido y no contábamos con el tiempo suficiente”. “En las producciones estadounidenses, es común que las secuencias de acción se filmen en varias semanas; nosotros teníamos dos días y esto impacta directamente en la forma de trabajar. Tuvimos que empezar a soltar y adaptarnos. Por ejemplo, la secuencia del puente colgante, en donde la protagonista cuelga de él y pelea con los tipos, la tuvimos que hacer en dos días, además de que nos cayó una lluvia que duró todo el día y tuvimos que evitar las luces de contra para no ver la lluvia. También decidimos separarnos un poco más para poder hacer match con el green screen que se haría después. En ocasiones, tienes que sacrificar la estética para rescatar la narrativa que es lo verdaderamente importante”. 

Encontrar el balance

En el mundo de la producción cinematográfica, donde las condiciones pueden cambiar rápidamente y los recursos suelen ser limitados, la capacidad de priorizar es esencial. Un director de fotografía debe tomar decisiones críticas sobre dónde enfocar su energía y sus recursos técnicos para maximizar el impacto visual de la película. Esto puede significar el decidir entre invertir tiempo en perfeccionar una toma específica o resolver problemas imprevistos en el set. Además, la habilidad de identificar las batallas que realmente afectan la calidad de la imagen (como la gestión de la iluminación en condiciones difíciles o la elección de equipos adecuados), le permite al director de fotografía mantener la coherencia visual y artística del proyecto.

“Sabíamos que teníamos los recursos limitados, sobre todo tiempo, pero es importante saber dialogar cuando algo es necesario. En este caso, ambos cedimos a la idea de hacer la película con lentes rápidos y otra de las cosas que creímos necesarias, fue tener una grúa para poder iluminar el bosque de noche. Para mí era importante alejarla lo suficiente para no manchar los árboles más cercanos (cosa que podría hacer evidente el efecto), así que procuramos tenerla a casi 700 metros de distancia con un M90 y un par de maxibrutos. Esto me permitió tener una atmósfera más natural y tener un poco de exposición para esa escena”. “Estoy seguro de que cada experiencia dentro de un set te enseña algo, por muy poco que sea. En este caso disfruté mucho regresar a Chile y aprendí a ser más práctico y resolutivo. Porque de eso se trata un poco este trabajo: solucionar problemas y no crearlos. Yo voy al set a pasarla bien y a no estresarme. Si le dijeras a un joven Ignacio que en un futuro estaría haciendo todo esto, te habría dicho que estás loco, pero la verdad, es que se puede si te lo propones”.