Desde sus comienzos, Fergan se ha involucrado en proyectos con carácter más independiente que han sido bien recibidos por la crítica internacional. Su primer largometraje titulado ‘Octubre’, dirigido por Daniel y Diego Vega, logró obtener el Premio del Jurado en el Festival de Cannes 2010, en la sección ‘Un Certain Regarde’. Tuvimos la oportunidad de hablar con él sobre este proyecto y de su más reciente película titulada ‘Tiempos futuros’, nominada en diversos festivales alrededor del mundo, como en el Festival de Málaga y en el de Beijing.
Primeros acercamientos a la fotografía
“Estudié la carrera de comunicaciones, pues allá en Perú, en ese momento, no había una carrera propia de cine. Digamos que existen algunas escuelas que te forman como director de cine pero no es tan especializado. Todas esas escuelas sólo daban una pequeña noción de lo que es el quehacer cinematográfico. De alguna forma, fui beneficiado, pues como se acababa de abrir la facultad de comunicaciones, entré a audiovisuales y conté con profesores que me ayudaron a tener una perspectiva más cinematográfica, aunque muy virada hacía la televisión”.
“Terminé con un título en las manos. Tenía muy claro que quería ser cinefotógrafo pero era consciente de que aun estaba muy lejos de estar capacitado para serlo a nivel profesional. Lo que más rescato de aquella época, es el amor que me surgió por los equipos audiovisuales. Recuerdo la primera vez que tuve la cámara en mis manos y lo mucho que me encantó, ¡me emocionó! Fue amor a primera vista”.
Rápidamente Fergan cayó en la cuenta de que dirigir no era lo que más le gustaba, sin embargo, sus compañeros lo comenzaron a llamar para estar en cámara. “Con el tiempo también le fui entrando al terreno de la iluminación, etc. Recién ahí descubrí todo ese amor guardado que tenía y que deposité en la cámara, en la fotografía. Además de la escuela, cerca de mi casa había un cine en el que proyectaban películas francesas de autor. Recuerdo particularmente ‘El perfume de Ivonne’ de Patrice Leconte y ‘Azul’ de Kieslowsky. Era un tipo de cine que tenía un carácter muy peculiar, con finales inesperados. Me llamó mucho la atención por ese lado, pues eran películas que aludían a los sentimientos de una manera muy diferente a lo que estaba acostumbrado. De cierta manera, creo que siempre me atrajo el cine, pero no fue sino hasta la universidad que pude apreciarlo un poco más”.
“Mientras era estudiante de comunicaciones, proyectaron en la filmoteca de Lima un ciclo enorme de la nueva ola francesa; ese ciclo me marcó y me inspiró para meterme completamente al cine. Toda la corriente me pareció muy interesante y muy diversa. Por otro lado, al mismo tiempo se comenzó a gestar el movimiento de Dogma 95 y lo que más nos inspira de ese movimiento fue que usaban video y no cine. Y claro, como en nuestra facultad teniamos video, ver a estos nuevos cineastas que tenían las mismas herramientas que nosotros, nos hizo creer que podíamos hacer cine con ellas”.
Aprovechar las oportunidades
A pesar de que en los últimos años se ha visto un aumento anual en el número de producciones en latinoamérica, años atrás, era casi una odisea llevar a cabo tu ópera prima y arrancar una carrera en la industria cinematográfica, más aún si no egresabas de una escuela de cine. Fergan cuenta cómo dio el salto para fotografíar sus primeros proyectos profesionales demostrando que la intención clara y la pasión por tu trabajo te pueden abrir las puertas.
“La industria en Perú era muy pequeña. Para ese entonces se hacían dos películas al año y, claramente, era muy difícil que te dejaran entrar a fotografiar una. Por otro lado, la escuela no te daba la garantía de salir preparado para filmar en negativo que es lo que se estaba usando en ese momento. Creo que cuando de verdad quieres algo, puedes encontrar la manera de hacerlo. En mi caso, mis amigos y yo juntábamos dinero para irnos a comprar latas de negativo. Estoy contento de poder decir que nuestros cortos los filmábamos en cine”.
Antes de salir de la carrera, Fergan no perdió la oportunidad de filmar un mediometraje junto a algunos compañero, antes de viajar a Argentina para encontrar oportunidades.
“En ese tiempo, los estudios en Argentina eran muy diferentes a lo que son hoy. Era muy difícil encontrar cursos cortos o workshops y estaban diseñados para la formación de trabajadores de la industria que estaban laborando y viviendo en Buenos Aires, por lo que tuve que llevar un curso de dirección de fotografía en fílmico una vez por semana para continuar mi formación”.
Fergan había viajado a Argentina buscando aprender a fotografiar en negativo ya que en su país era muy caro, sin embargo, fue este destino el que lo llevaría a encontrarse con uno de los representantes de la cinefotografía argentina.
“Un día, platicando con la casera que me rentaba, me contó que era muy amiga de la esposa de Félix, ‘el Chango’, Monti (‘La historia oficial’, 1985; ‘La niña santa’, 2004). Logré tener con él conversaciones muy interesantes y profundas sobre el cine y la fotografía. Después de un tiempo, me llevó como meritorio a una película. Fui sólo a ver, ya que en esta industria el trabajo en el set está muy jerarquizado; cuasi militar. Tienes que ganarte la confianza de la gente. Luego de varios días, apenas me dejaron tocar algo del equipo, mover las maletas y esas cosas. Sin embargo, fuera del set, todos los técnicos de cámara y luces fueron personas muy generosas que se tomaban el tiempo de enseñarte todo acerca del equipo que estaban utilizando”.
“Lo vi trabajar y conversé con él; me dio una perspectiva bien interesante. Primero me contó que él comenzó a trabajar en el cine en 1954, pero los golpes militares fueron sucesivos y no hubo libertad para hacer cine ni poder tratar temas que los cineastas querían tratar. Hasta 1983 fue que pudo empezar a rodar una película de ficción con la que fue ganadora del Oscar a Mejor Película Extranjera en 1986: ‘La historia oficial’”. “Monti me contó que durante todos esos años hizo mucha publicidad y con eso sobrevivió. Esa fue la escuela de toda esa generación de directores y cineastas que para los noventa y dos miles se desempeñaron en la industria con gran maestría”.
“El tema central fue aprender que la publicidad podía ser una buena escuela para ganar experiencia como cinefotógrafo mientras las posibilidades de hacer cine fueran limitadas. Me daba la oportunidad de poder quemar mucho negativo, familiarizarme con todo el stock de película disponible y los tipos de revelado, así como de trabajar con las luces más nuevas que el mercado ofrecía en ese momento”.
“Estar en el set con Monti fue para mí como una escuela, aprendí que se puede iluminar con poco. Nunca olvidaré que al entrar a su set había tres cámaras de 35mm filmando al mismo tiempo. Hasta ese momento, nunca había visto tanta producción junta”.
“Regrese a Perú intentado ganarme un espacio en la publicidad y, aunque fueron muchos años de picar piedra, de a poco logré ingresar al medio publicitario con la ayuda, justamente, de amigos de la universidad. Trabajando en comerciales conocí a Daniel Vega quien era productor ejecutivo. Unos años después, él y su hermano me invitaron a la que sería la primera película peruana premiada en Cannes. Luego de este evento, empezaron nuevas oportunidades para mí en el mundo del cine.
“La constancia te hace aprender” ‘
Por azares del destino, Fergan terminó en la Ciudad de México donde ha tenido la oportunidad de fotografiar varios largometrajes como ‘Detrás de la montaña’ y regresa a filmar en su país cada que existe la oportunidad. Uno de sus últimos proyectos filmados en Perú fue ‘Tiempos futuros’.
La película trata sobre la historia de Teo, un niño con una gran inteligencia que trabaja con Luis -su padre-, un inventor quien lo educa con clases de física, química, termodinámica, etc. Luis está obsesionado con la idea de crear una máquina extraña dejando de lado el cuidado de Teo. El joven debe encontrar la manera de impedir que les quiten su casa y no puede evitar entrar a trabajar con una pandilla de adolescentes quienes le enseñan otra forma de ver el mundo, generando confusión con respecto al oficio y el estilo de vida que su padre le ofrece.
“Esta película, a pesar de estar situada en Lima, no es necesariamente una representación real de la ciudad. Está situada en otra realidad, en algún lugar paralelo que no está claro ni establecido, así se concibió desde el guion. Lo único que se sabe es que es una distopía en un universo atemporal”. El proyecto tenía algunos años esperando la oportunidad de filmarse. Fergan recuerda que la invitación a participar en la película fue en 2015.
“Victor -el director- y yo, nos conocemos desde hace tiempo. A lo largo de varios años tuve incontables conversaciones con él sobre lo que queríamos lograr con esta película en términos visuales y narrativos. Comenzó a relatarme la historia, que por supuesto fue modificándose y evolucionando. Poco a poco, la historia fue encontrando su propia voz, su personalidad. En este largo recorrido, hablamos de muchos temas como por ejemplo, que teníamos claro que el universo sería muy contenido, sin tantos extras ni sets espectaculares o luces extravagantes”.
Para ambos realizadores, lo más importante era crear un universo que sirviera a la historia.
“Lograr una abstracción de la realidad con puntos que realmente aportaran algo. ‘Tiempos futuros’ es una película minimalista, con poca intención de embellecer la composición, pues decidimos trabajar con lo que hay en la realidad, lo que se muestra es lo que hay, reducir el universo a lo mínimo. En ese sentido, es difícil controlar calles y el tráfico humano y de coches sin presupuesto. Nos vimos obligados a rodar desde muy temprano.
Una de las primeras preguntas que Fergan y Víctor se hicieron, fue qué aspecto sería el adecuado para la película. A pesar de sentir que el 4:3 podría llegar a ser difícil de vender, estaban convencidos de que se tenía que contar de esta manera.
“Siempre preocupa el tema de la distribución, que se pueda vender, o que el aspect sea un impedimento para su comercialización. Fueron semanas de darle vueltas al asunto, pero decidimos irnos por lo que realmente le funcionaba a la película. Es una historia de personajes y su interacción a partir de acciones más que con diálogo. Al tener el formato cuadrado, nos aseguramos de que su entorno y background, no iba a distraer al espectador. Este aspect también nos ayudaba a enfatizar la idea de que el cielo es importante porque no llovía y, a su vez, el suelo. Este aspect y la composición nos ayudaba a proyectar una sensación de opresión. Ahora que lo veo en retrospectiva, creo que el formato también ayuda a esta sensación de atemporalidad”.
Color y locaciones
“Las nubes se trabajaron un poco en post; se les intensificó el amarillo, pero también se les dio textura dándoles un poco de contraste adicional pues, por alguna razón, las nubes en la costa de Lima parecieran no tener definición. Había que hacer como si las nubes fueran de lluvia que tienen formas muy peculiares y que se reconocen”.
“El naturalismo se planteó desde el principio, con los encuadres y respetando el color de las luces que teníamos a cuadro y no anularlas o pelear contra los exteriores noche y los vapores de sodio, sino usarlas y usar el color de todo lo que había en set y que no podíamos controlar. Contamos con una escena que tiene como locación un basurero/ deshuesadero. Cuando llegas a esta situación siempre te preguntas ¿cómo iluminar tanto espacio si nuestro kit básico no nos alcanzaba? El presupuesto tampoco era lo suficientemente holgado para contratar grúas. Rescato de este momento el tener que hacer scoutings minuciosamente, encontramos un depósito donde había grúas y las usamos para iluminar junto con las luces de trabajo del mismo lugar”.
La cámara seleccionada para grabar la película fue la ARRI Alexa XT en juego con la óptica S4/i de Cooke para conseguir un look suave.
“Era importante para nosotros mantenernos en la línea del minimalismo, es por eso que teníamos que quedarnos con los colores naturales de las calles de Lima, sin LEDs, tonos fríos y, más bien, con los vapores de sodio que alumbran naturalmente el lugar. Este tipo de iluminación parece sacada de otra época. El hecho de dejar los sodios influyó en otra característica de la película pues. debido a un fenómeno, los cielos de la noche se teñían de amarillo por el mismo sodio con ayuda de la contaminación que enfatiza el color; es como una nata de color por la contaminación. Esto era importante pues ayudaba con la narrativa de la película y el problema de que no llueve”.
Para el director de fotografía, cada una de las escenas representaban algún reto dependiendo la locación. Una de estas fue el departamento donde habitan los personajes principales.
“Esta locación es en realidad un hotel abandonado lo que nos daba mucha facilidad para meternos en donde fuera. Como se había planteado que estábamos en un piso alto, decidimos iluminar desde el piso de abajo. Sacamos las luces por la ventana casi cuatro metros para retroiluminar las ventanas y que pareciera que la luz venía desde abajo, desde la ciudad. Por ejemplo, en los exteriores de noche tenía que eliminar algunos postes de luz para que no se sintiera sobreiluminado y, sobre todo, que no tuviera múltiples sombras. Las bloqueamos con algunos marcos 20×20, que al mismo tiempo me ayudaban a ganar contraste. A pesar de ser una producción con la mayoría de llamados mixtos para tener un poco de luz de día y noche y ser un rodaje exigente, fue bastante razonable”.
Para Fergan una de las prioridades es que los actores se sientan cómodos dentro del set.
“Si lo que tienes delante del cuadro no te da la sensación de verdad, no sirve por bello que sea. Por este motivo, no me gusta ser tan estricto con las indicaciones de posición a los actores. Tienen que fluir, sentir la luz y, donde la sientan, se van a parar naturalmente. Trato de que el clima sea muy natural para que hagan su trabajo con total tranquilidad y esto se hace desde el bloqueo. En este momento te das cuenta cómo se relacionan los personajes con el espacio y con base en eso, planteamos las posiciones de cámara”. Sigue a Fergan Chávez Ferrer AMC
Llevar a cabo cualquier tipo de proyecto requiere de una planeación estratégica, sin embargo, estar en el momento y abierto a las posibilidades, es lo que nos lleva a encontrar una verdadera magia en el cine. Para Fergan esta es una de las cosas que considera más especiales en su trabajo.
“Creo que debes dejar un margen para que la vida te sorprenda. Permitir que las cosas pasen y no dejarse llevar tanto por la idea de controlar todo. Es un 50/50, un trabajo de planificación y un sentido de apertura a lo que venga”. “Al final es un arte, una creación colectiva, parte de la mente del realizador, pero nosotros -todos los demás departamentos-, ayudamos a materializar esa visión. El cine junta un montón de artes y cada quien pone su granito de arena”.
Cámara: ARRI Alexa XT
Óptica: Cooke S4/i
Cinefotógrafo: Fergan Chávez Ferrer AMC
Gaffer: Aldo Gutti
‘Tiempos futuros’ Fergan Chávez Ferrer AMC
‘Tiempos futuros’ Fergan Chávez Ferrer AMC