El reconocido creador de sitcoms como ‘Dos hombres y medio’ (2003-2015) y ‘La teoría del Big Bang’ (2007-2019), Chuck Lorre, presenta la última parte de su más reciente proyecto: ‘El método Kominsky’ (2018-2021). En esta segunda etapa, de- scubrimos el desenlace de la historia de Sandy Kominsky, actor y maestro de actuación, interpretado magistralmente por Michael Douglas y qué sucedió con Norman Newlander, interpretado por Alan Arkin, amigo y agente del protagonista.
La serie, que cuenta con un par de temporadas, suma al director de fotografía Jaime Reynoso AMC quien fue el encargado de dar luz a esta cómica historia en su tercera etapa.
“El proyecto arrancó a finales de septiembre del 2020 y fue mi primer proyecto post-covidiano. La directora de fotografía que había colaborado con ellos para las dos primeras temporadas, no pudo regresar y, afortunadamente, me ofrecieron hacer la serie que, de alguna forma, me rescató de una isla desierta después de tantos meses con la industria paralizada”.
“Fue un regreso muy diferente y teníamos que acoplarnos a los nuevos protocolos. Por ejemplo, cuatro veces al día salíamos del foro para que pudieran ventilarlo, teníamos que mantener la “sana distancia” y cuidar mucho a los actores que son mayores. Por ello se decidió filmar a tres cámaras y aprovechar todos los ángulos e hicimos la mayoría de la serie en foro”.
“Tuve tres directores a lo largo del rodaje, entre ellos el creador y guionista Chuck Lorre, Andy Tenant (Hitch) y Beth McCarthy-Miller. Era interesante ver cómo Chuck siempre estaba en el set apoyando y dando su punto de vista. Había muy buena comunicación entre todos”.
Un sello personal
La directora de fotografía Annette Haellmigk (‘Game of Thrones’, ‘Insecure’), fotografió los 16 capítulos de las primeras temporadas. Después de haber “heredado” el proyecto, Jaime entendía el estilo y lenguaje que ya estaban establecidos para la serie, así que continuó sobre ese camino. “Marlis Pujol, la productora, me dijo que podía ponerle mi sello personal, pero que a Chuck le gustaba como se veía el programa y no quería cambiar. En ese sentido, hubo pocas pláticas en cuanto a la fotografía. Como herencia de lo hecho en las otras temporadas, seguimos usando planos fijos para dejar que sucediera la comedia. Son emplazamientos con muy poca oscuridad, pero la verdad, para mí, un mundo sin sombras no es mundo; no me gusta que se sienta la luz ni las comedias sobre alumbradas. Me fui adueñando de la imagen y poco a poco le metí mano”.
“A diferencia de ‘Un extraño enemigo’ en la que se trataba de encontrar el camino, en esta serie el sendero ya estaba trazado y sobre eso se hicieron modificaciones. Hacía mucho tiempo que no estaba en la posición de no ser yo el que plantea todo el universo lumínico, más allá de que llegaran directores invitados. La última vez que estuve en esa situación fue en ‘Bloodline’, porque alguien más hizo el piloto. De alguna forma también es interesante trabajar así, pues te hace salir de tu zona de confort y te tienes que replantear cómo abordarlo todo”. “Paul Mcllvaine, el gaffer, tenía todo en dimmers, lo cual nos permitía ajustar niveles en la primera toma, que era cuando veíamos a los actores sin cubre bocas por primera vez. Es decir, las correcciones se hacían sobre la marcha una vez habiendo visto la sombra de la nariz en la toma 1. Lo que más disfruté de la serie fue trabajar con Michael Douglas porque se da cuenta de absolutamente todo. Haciendo una analogía con el fútbol, es como trabajar con Zinedine Zidane”.
Jaime Reynoso prefiere monitorear con LUTs y así poder ver el color en el set lo más parecido al producto final. Además, tuvo la oportunidad de hablar con el colorista de las primeras temporadas para tener más control sobre la corrección de color. “No uso DIT, me parece un puesto obsoleto de cuando ni los fotógrafos ni los asistentes entendían la imagen electrónica. En la preproducción, junto al colorista de las temporadas anteriores, George Manno, y con base en un par de escenas de las otras temporadas, creamos LUTs que se cargaron en cámara. Estos acompañan al material desde el monitoreo, los rushes, la edición y los VFX, el color ya está hecho en un 85%”. Jaime agradece los cambios que ha traído la tecnología al trabajo en set ya que ha quitado lo numérico a la fotografía. “La ventaja del mundo digital es que todo es mucho más intuitivo, y menos aritmético. Le ha quitado el mundo “ingenieril”, aunque debo confesar que tampoco veo mucho el monitor de forma de onda a menos de que sean escenas muy oscuras”.
“Hablando de esto, y tocando un poco la relación con otros departamentos, recuerdo una escena en particular que resultó ser una de las más complicadas. Kathleen Turner y Michael Douglas caminan de noche por la acera. La calle tenía alumbrado público, pero con el departamento de arte pusimos unos faroles adicionales. Esto me ayudaba para que el fondo no se fuera a negros. Para iluminar a los personajes durante el recorrido se usó una lámpara china con un foco de LED inalámbrico llevado en una caña”.
Reynoso llegó a un proyecto en el que casi no había sets nuevos y el reto era adaptarse. Sin embargo, no desaprovechó la oportunidad de hacer algunos ajustes. “Ciertas cosas de la casa de Sandy ya estaban establecidas. Recuerdo que sobre la mesa de la cocina tenían una lámpara de tubos fluorescentes corregidos a 3200k. Obviamente los cambié inmediatamente para que fueran fríos y verdes”. En general, la operación de cámara es una posición que la mayoría de los directores de fotografía disfrutan, sin embargo, Jaime insiste en que cuando hay más de una cámara el fotógrafo no debe operar. “Si pretendes dirigir la fotografía no puedes estar operando, debes estar junto al director. Al haber dos cámaras, con dos operadores, es trabajo del director de foto modular que la trompeta y el violín estén en sintonía o, al menos, ambos tocando la misma pieza. Además, la composición se ve con más claridad cuando uno no la está haciendo”. Para mantener uniformidad, Reynoso decidió utilizar la misma combinación de cámara y óptica que la segunda temporada: Sony Venice y lentes Leica Summilux.
Pequeños cambios, grandes recompensas
Jaime recuerda que uno de los retos a los que se enfrentó durante el rodaje de la serie, fue a un sistema que usaron para grabar las secuencias de coches. “Es un sistema de retroproyección que no requiere efectos visuales. Primero se manda a un equipo a hacer recorridos por las calles reales y filmar las pistas a la hora, velocidad y orientación acordada y que después serán proyectados en el foro. Además de las pantallas, el sistema trae unas tiras de LEDs para suplementar el alumbrado que proyecta la misma imagen con intensidad suficiente para dar lectura en la cara de los actores. El resto del día se la pasa uno bandeando y tratando de borrar reflejos”.
A Jaime Reynoso le gusta retomar sistemas que ha utilizado previamente. “Cada vez que vuelves a hacer algo lo vas cambiando un poco. Por ejemplo, en la serie hicimos una toma a través de una mirilla y fue un homenaje a la pelicula ‘Así del precipicio’ en la que hice una toma igual. No sé a quién le aprendí este truco, pero seguro no se me ocurrió a mi. Esto consiste en hacer un pedazo de puerta con la mirilla agigantada. La mirilla es un adaptador angular de los que van enfrente del lente, este se monta en la madera y se cubre con un arillo de cobre y se sostiene con centuries”.
Mientras que ‘The Kominsky Method’ nos lleva tras bambalinas para conocer la vida personal del Sandy, a sus familiares y a alumnos, por otro lado, se nos presentan los proyectos en los que logran integrarse. En esos momentos, el director de fotografía, en complicidad con el guionista, juegan con el lenguaje visual para hacer referencias a la TV y cine más comercial. En la trama, Morgan Freeman se interpreta a sí mismo y, a su vez, como el actor que interpreta a “Quincy” en la serie ficticia. Después de que una alumna de Sandy logra ser casteada en la serie, es cuando podemos observar una pequeña escena de esta. “El guionista quería retomar ese estilo de fotografía que se usaba mucho en series como ‘CSI’. Generalmente estaban llenas de colores (naranjas, verdes, azules, etc), todo estaba más saturado y las luces un poco más brillantes.
En esa escena usamos un filtro Hollywood Black Magic y pusimos más colores en el fondo. Era una especie de guiño a este tipo de series, además de que ayudaba un poco para lograr el efecto de sátira, una vez que entiendes lo exagerado de la iluminación, la actuación y los diálogos”. “En esta misma escena, Kominsky está viendo a los actores en el set y, cuando salen, tenemos a los tres personajes en una conversación. Esta fue una de las veces en las que el gaffer se acercó a mí para decirme que había entendido lo que quería hacer. Teníamos una cámara para cada personaje, tamaños de planos parecidos, pero fondos distintos. Aquí te preguntas cómo iluminar para los tres diferentes ángulos sin favorecer a alguno. Pusimos una luz apuntada al piso -ni siquiera dirigida a alguno de los personajes-, y aprovechamos el rebote para iluminar a los tres. Este momento fue más agradable aún porque, mientras mi gaffer y yo hablábamos de esto, se acercó Chuck Lorre a decirnos que estaba muy contento con nuestro trabajo”.
Comunicación con el equipo
Con el paso de los años, es común encontrar gente en la que confías para establecer un equipo de trabajo con el que te sientes cómodo. Sin embargo, y debido al constante cambio del lugar donde reside, Reynoso recalca la importancia de crear una buena comunicación con el equipo que se genera en cada proyecto. “Yo vivo entre tres maletas, depende mucho del lugar en donde esté filmando”.
Después de graduarse de la Escuela Activa de Fotografía, Jaime emigró a Los Ángeles iniciando los noventa y regresó una década después por un periodo de 15 años. “En 2011 empecé a hacer series en Florida y poco a poco empecé a quedarme más tiempo en Estados Unidos. Ahora mismo estoy en Vancouver finalizando un proyecto muy interesante.” El más reciente proyecto de Reynoso como director de fotografía es la tercera temporada de ‘Snowpiercer’.
“Claro que tengo un equipo de gente con quienes me gusta trabajar, pero a veces es imposible traerlos a cada proyecto. Además te niegas la posibilidad de conocer gente nueva; trabajar con el mismo equipo siempre, no es sano. Es importante encontrar un equipo que funcione en cualquier región, es cuestión de encontrar gente que vea y entienda el proceso fílmico con afinidad a la de uno. En ‘El método Kominsky’ heredé al gaffer, me convenía tener a alguien que supiera cómo se habían hecho las cosas anteriormente. Pero como ya lo he mencionado, nuestra comunicación funcionó”.
“En esta serie me encontré con operadores de cámara y foquistas muy buenos, pero siempre es importante que todos estemos en sintonía. Hubo un caso en particular, una escena en la que el actor se movía mucho y la operadora intentaba seguir todas las acciones, ver las manos, rostro, etc. Yo le dije: “¿Por qué mejor no hacer nada?” – ríe. “Ese cuadro inmóvil permitía ver toda la acción ya que el movimiento lo hacía el personaje”.
“Hay muchos colegas que no usan el Comtek a la hora de filmar y creo que es algo que debemos empezar a cambiar. Poner atención al diálogo te ayuda a meterte en la psicología de la escena. Desde que exijo que foquista y operadores tengan el diálogo en el oído, han mejorado mucho mis procesos”.
Nuevos Proyectos
Después de un largo recorrido tras las cámaras, en producciones de diferentes tamaños y con la noticia de su participación en ‘Snowpiercer’, preguntamos a Jaime Reynoso por lo que viene en su carrera y si hay oportunidad de dirigir en el futuro. “Dirigir nunca estuvo contemplado. Aún no entiendo muy bien por qué ‘Shooter’ me dio la oportunidad y desde entonces lo he hecho en 10 episodios de TV. Estaría padre volver a hacerlo, pero sin duda no quiero cambiar de rubro, es sólo parte de mi aprendizaje cinematográfico y sin duda soy mejor fotógrafo por haberlo hecho. Sobre decidir si prefiero fotografiar películas o series, creo que prefiero hacer proyectos bien escritos, que me gusten. Hace años que no filmo un largometraje y me encantaría encontrar uno pronto. Y poder hacer ambas, no necesariamente deben estar peleadas. Hay grandes referentes que lo hacen: Celiana Cárdenas AMC, Carolina Costa AMC y Paula Huidobro AMC, por ejemplo.”
‘A Cambodian Winter’, es el último largometraje en el que Reynoso ha participado. La película rodada en el 2013, pero terminada el año pasado, lo ha hecho acreedor a varios premios internacionales por la cinefotografía. “Cuando termine de rodar ‘Snowpiercer’, habrá, espero, ofertas sobre la mesa y tomaré lo que cuadre. Uno de los aprendizajes del encierro fue darnos cuenta de lo que realmente importa. Si algo no sucede, ni modo y a lo que sigue. Ya lo decía Bruce Lee, hay que ser como el agua… que hasta por el bordo de Xochiaca fluye”.