Por Ximena Ortúzar
El éxito apoteósico del CinemaScope de la Fox alarmó a las principales empresas hollywoodenses de la competencia que se abocaron a desarrollar nuevos formatos panorámicos. El más exitoso fue VistaVision de la Paramount, lanzado a finales de 1954. Hasta entonces lo habitual era que el negativo de la película pasara por la cámara en sentido vertical. La innovación del sistema VistaVisión, diseñado por los ingenieros de la Paramount, fue que el negativo se desplazara por la cámara horizontalmente, lo cual implicó aumentar el número de perforaciones por fotograma al doble: de las cuatro habituales hasta entonces, se llegó a ocho. Esto significó que el área del negativo empleado por fotograma era mayor, dando por resultado imágenes de gran calidad, manteniendo la velocidad de proyección en 24 fotogramas por segundo. Esta innovación también conocida como “de ocho perforaciones” fue un formato alternativo de impresión fotográfica al 35 mm panorámico.
El propósito de la Paramount fue lograr con este nuevo formato negativos de un grano muy fino filmando en una superficie más grande, para que al momento de positivar y proyectar las imágenes, éstas se vieran muy claras en formato panorámico (cosa que no pasaba con los otros sistemas, en los cuales las imágenes tenían que ser agrandadas y, debido a este proceso, perdían calidad). El nuevo formato permitía una enorme calidad de imagen gracias al uso de una cámara especial que fotografiaba el negativo original en un doble marco mediante lentes de tipo gran angular.
Las copias de películas filmadas en VistaVision se obtenían mediante una reducción óptica y permitían detalles de la imagen como nunca antes. Este nuevo formato de filmación hizo además innecesaria la utilización de lentes anamórficas que comprimieran la imagen en el negativo, mismo que seguía siendo el estándar de 35 mm, facilitando que la relación de aspecto durante la proyección pudiese variar entre las escalas 1.66.1 y 1.96.1.
La proyección de una película en el formato VistaVision original requería solamente modificar los proyectores a fin de que pudieran utilizar el negativo horizontal de alta calidad.
Al haber 8 perforaciones por cada fotograma, su relación de aspecto era de 1,5 en vez de 1,33, que era la relación de aspecto de los otros formatos cinematográficos. La imagen que se exponía por cada fotograma era tres veces más grande que las imágenes que se rodaban con otros formatos. La proyección de estos anchos negativos reducidos ópticamente a la medida estándar de proyección de 35 mm, daba como resultado una imagen mucho más clara y nítida, y en caso de que se proyectara en formato panorámico, la calidad era notable.
VistaVision ofrecía además la ventaja de que al poder variar la relación de aspecto en pantalla en función de las necesidades de los exhibidores -esto es estando compuestas para adaptarse a diversos ratios de pantalla-, sus filmes podían exhibirse en cualquier sala de cine, sin necesidad de equipamiento especial. Dado que la mayoría de los exhibidores mantuvieron la configuración normal de sus aparatos de proyección, la Paramount y otras productoras que adoptaron el formato VistaVision, decidieron estrenar sus films rodados con este sistema en reducciones convencionales a 35 mm. Pese a esta modificación, sus películas mostraban una excelente nitidez de imagen.
Respecto del sonido, en la mayoría de las cintas en VistaVision éste era monofónico. A diferencia del estéreo que reproduce un sonido por un canal, mientras que por los demás pueden reproducirse otros, el sistema PerspectaStereo desarrollado por la Paramount era seudo estereofónico, y actuaba sobre tres canales: izquierdo, central y derecho, pero dirigía todos los sonidos, tanto de música, como efectos sonoros y diálogos, al canal requerido por la acción en cada momento, por lo que su uso quedaba limitado a pocas escenas por filme.
EL ESTRENO
La primera película rodada y estrenada en VistaVisión fue ‘Blanca Navidad’ (1954), dirigida por Michael Curtiz y protagonizada por Bing Crosby. En 1956 se estrenó ‘Centauros del desierto’, dirigida por John Ford. Le siguieron varios filmes de Alfred Hitchcock, quien adoptó con entusiasmo este formato y con el cual obtuvo muchos éxitos: ‘Vértigo’ (1958), ‘Con la muerte en los talones’ (1959), ‘Para atrapar al ladrón’ (1959).
Por su parte, Marlon Brando presentó en 1961 ‘El rostro impenetrable’, que fue la única película dirigida por este actor y la última filmada con el sistema VistaVisión. El filme, estrenado en México, contó con las actuaciones de Karl Malden, Katy Jurado, Pina Pellicer y Ben Johnson. Recibió muy buenas críticas. Entre ellas destacó ésta: “Western sin precedentes, psicológico, fantasmagórico, abstracto. También, un ejercicio de egolatría feroz. Pero las barrocas imágenes suponen en su osadía un alarde tal que se le perdona el narcisismo”
Miguel Ángel Palomo: Diario El País. Hasta ahora se reconoce entre los logros más notables de VistaVisión la nitidez de sus imágenes tanto en primeros planos como en segundos planos y aún los fondos, que permitió a los directores de fotografía grandes logros con la profundidad de campo.
Su ocaso comenzó a principios de la década de los 60, cuando comenzó a imponerse el sistema Panavision. Sin embargo, la técnica del VistaVision se emplea aún en la actualidad, principalmente en la filmación de efectos especiales, para los cuales su gran calidad visual resulta óptima.