En la producción canadiense ‘Exposure’, el cinefotógrafo mexicano nos llevará por un fascinante e íntimo viaje a través de la fotografía y las luces de la ciudad californiana

Por Salvador Franco R.
Fotos: Tania Espinosa C. / León Chiprout AMC

 

Leon Chiprout AMC acaba de vivir una de las experiencias más fascinantes de su carrera gracias a ‘Exposure’, la cinta canadiense dirigida por su amigo Jerry Ciccoritti, que le permitió explorar una fotografía íntima y naturalista, pero sensible y poderosa.

“El reto fue hacer una película muy natural con muy pocas luces y prácticamente nada de iluminación artificial, pero que a la vez tuviera una propuesta y una personalidad”, comenta el director de fotografía nacido en la Ciudad de México en 1970.

Curiosamente el filme reencontró a Chiprout con su pasado en la fotografía ja debido a que su historia “es un análisis de las relaciones íntimas” entre una mujer madura, (Leslie Hope) y un artista (Je Je Cober) especializado en la fotografía de colodión.

“Es una película acerca de este proceso fotográfico de exposiciones muy largas que da como resultado una imagen increíble entre el blanco y negro y el sepia, con un foco selectivo muy preciso y muy poca profundidad de campo. Por ello queríamos que la cinefotografía fuera muy estética, cosmética y estilizada, pero al mismo tiempo muy natural”, añade el cinefotógrafo quien no duda en calificar esta experiencia como el mejor trabajo de su vida, a pesar de fotografiar solamente las secuencias de Los Ángeles debido a que el financiamiento del proyecto exigió a la producción rodar el resto del largometraje con jefes de departamento de origen canadiense. “Fue una experiencia increíble. Todo mi crew de cámara estuvo integrado por mujeres ya que había escenas muy íntimas con desnudos parciales de la protagonista, -que también es productora-, y pensé que con un equipo de cámara femenino se sentiría mucho más cómoda. Fue algo que me encantó y que seguramente repetiré muy pronto.”
¿Cómo llegas a un proyecto canadiense como ‘Exposure’?

Soy amigo de Jerry Ciccoritti, un director canadiense muy conocido, hace cinco años porque su esposa es mexicana. Durante ese tiempo siempre hablamos de la posibilidad de colaborar juntos lo cual sucedió finalmente en septiembre pasado cuando me invitó a esta cinta muy de autor que fue escrita por Jeff Kober, un actor de ‘Sons of Anarchy’, ‘Lost’ y ‘Walking Dead’, etc.

¿De qué trata la historia?

Es un drama con algunos toques de comedia negra sobre un fotógrafo que trabaja el proceso de las imágenes de colodión, tal y como Jeff lo hace en la vida real. Él escribió una obra de teatro y la película está basada en esa puesta en escena. Es un análisis de relaciones íntimas entre parejas que tiene que ver con la exposición y el desnudo en este tipo de fotografía.

¿Qué es la fotografía de colodión?

¿Recuerdas el daguerrotipo en los inicios de la fotografía? Tomaban una placa de aluminio, le ponían albúmina de huevo como emulsión y la metían en una cámara de gran formato para luego abrir el obturador, hacer la exposición y posteriormente revelarla. Es un proceso que yo no conocía aunque había visto las imágenes de Paolo Roversi. Ahora se hace con emulsión química y el resultado es interesantísimo porque obtienes una imagen increíble entre el blanco y negro y el sepia, con un foco selectivo muy preciso y muy poca profundidad de campo.

¿Cómo preparaste un proyecto tan específico?

Queríamos trabajar con muy pocas luces, sin iluminación artificial, con una propuesta y personalidad.

¿Eso definió el tipo de iluminación, la óptica y la cámara con la que trabajarían?

Sí. Utilizamos sobre todo mucha luz práctica disponible en las noches de Los Ángeles, como neones, faroles, semáforos, espectaculares, letreros de licorerías, interiores flourescentes. Lo único que agregamos fue par de ARRI Sky panels como key light para apoyar un poquito a los actores. Los interiores del coche están iluminados con Magic Light Wand, que son una especie de tubos, espadas o lásers de leds RGB que dan unas combinaciones interesantes de color y que los puedes controlar directamente desde tu iPhone.

Estas luces las conocí gracias a un alumno que llevó esa iluminación al taller ‘La Luz en el Fashion’ que dimos en la AMC, así es que las retomé para iluminar los runnig shoots dentro del auto convertible. Había un asistente que iba cambiando el color de la lámpara para simular los neones, semáforos o espectaculares por los que vamos atravesando.

En el estudio, que es donde se hacen las fotos de colodión, trabajamos con la luz natural que entraba por los ventanales del estudio de Jeff en el Centro de Los Ángeles. Pero fuimos muy cuidadosos con elegir las horas apropiadas para que el sol no pegara directo y que solamente entrara una resolana.

 

Y en las secuencias del estudio fotográfico?

En el estudio, que es donde se hacen las fotos de colodión, trabajamos con la luz natural que entraba por los ventanales del estudio de Jeff en el Centro de Los Ángeles. Dentro ya rebotamos un poco; utilizamos algunos negativos negros grandes y un par de luces ARRI’s M18 para acentuar algunos detalles del personaje principal, pero básicamente fue pura luz natural.

¿Qué cámara utilizaste y cuál fue la razón de tu elección?

La Alexa Mini de ARRI, sobre todo porque había mucha cámara en mano y teníamos varias secuencias adentro del auto convertible por toda la ciudad, entonces resultó muy práctica por su resolución y tamaño. Keslow Camera, que es una de las casas de renta más grandes de Los Ángeles nos ayudó muchísimo y casi nos donó el paquete.

¿Hubo mucha cámara en mano?

Solamente en las secuencias del auto, en el que usamos un estilo guerrillero para conseguir un look más documentaloso. Pero todo lo que sucedió en el estudio fue en Dolly. En las tomas de las calles encuadré un 20 ó 25 por ciento abierto, para después estabilizar las tomas en el Warp de After Effects, lo cual se logra gracias a que capturamos con 3.2K. Es un truco para cuando tienes muy poco presupuesto.

 

¿Y la óptica?

Usamos lentes Leica Summilux que son luminosos y me encantan porque tienen un look muy suave, no son tan contrastados y son muy fotográficos. Por otro lado utilicé la ARRI Look library, que es un paquete de 87 LUT’S diseñados por ARRI en diferentes estilos y que vienen en una de las últimas licencias. Son increíbles y los quería utilizar para hacer la precorrección de color.

 

¿Cómo utilizaste los LUT’s?

El LUT es un look preestablecido que se instala en la cámara y puedes grabar el material, cocinándolo en lo que estás capturando o lo puedes colocar solamente en el monitoreo para previsualizar cómo se verá la imagen. Algunos directores de fotografía son muy fanáticos de los LUT’S, pero yo considero que si estás en un proyecto donde vas a tener una corrección de color profesional, todo se puede hacer en la postproducción, pues a mí me gusta sorprenderme cuando llegas a la suite de corrección de color y dejar al colorista que proponga. Pero en este caso, la combinación de LUT’s de la librería de ARRI tomaron un look muy interesante ya que las secuencias de Los Ángeles tenian que lucir muy distintas a las secuencias canadienses.

¿Cómo te sentiste trabajando en una producción canadiense que se filmó en Estados Unidos?

Muy bien, me encantó. Es el mejor trabajo que he hecho en mi vida. Nunca había trabajado con gente de ese nivel. Es una lástima que solamente haya fotogrfiado la parte de Los Ángeles. La idea era hacer toda la película, pero gran parte del presupuesto venía del incentivo fiscal de Ontario, y como es dinero del gobierno solicitaron que las cabezas de departamento fueran canadienses y no hubo manera de arreglarlo.

¿Qué te sorprendió de la producción canadiense?

Que a pesar de que era una película muy pequeña, muy de arte y muy de autor, tuvimos una planeación muy rigurosa. Preparamos dos meses solamente para filmar dos semanas en Los Ángeles.

 

¿Qué fue lo que más disfrutaste?

Trabajar con actores de ese nivel es una maravilla porque te la ponen fácil. Conocen la distancia focal de los lentes y saben cómo moverse a partir de eso. Entonces donde pongas la cámara se ve bien pues ellos llegan perfecto a sus marcas y lo hacen de una manera muy natural. Fue una delicia.

.¿Cómo trabajaron la puesta en escena con el director?

En las tomas del estudio montó una coreografía, fue muy teatral, pero también muy libre. Los actores se movían por el estudio y yo los seguía por todos lados. La única instrucción que recibíamos de Jerry Ciccoritti era: ‘en este espacio tienen que pasar todas estas cosas’ y a partir de eso, el resto fue libertad absoluta. Recuerdo que nos mandó un documento con la cobertura y la dinámica que planeaba para el set, que decía que tenía que ser muy teatral y sin ningún bloqueo: una cámara moviéndose en el espacio y tratando de capturar la experiencia. Fue una maravilla.

“Exposure”
Cámara: Arri Alexa Mini
Óptica: Leica Summilux
Cinefotógrafo: León Chiprout AMC