Esta vez escriben los que trabajaron junto a Jaime Reynoso AMC y nos cuentan cómo fue hacer la Serie para Amazon Prime “ Un extraño enemigo ”, dándole un enfoque distinto a esta experiencia.

Cine con un Monstruo ó 15 años de gritos…

Por Juan Pablo “Kukuz” Ortigosa

Conocí a Jimi a través de Mario de Mendoza en una visita al set de ‘Así Del Precipicio’. Yo estaba apenas empezando en el cine y venía de unos años de pinchar vinilos y disfrutar las mieles del éxito en los templos internacionales del MDMA. El primer proyecto que hicimos juntos fue ‘Cansada de Besar Sapos’ en el que me desempeñé -con las risas de muchos-, como segundo asistente de cámara. Poco después empecé a hacer foco y desde entonces hemos hecho inFInidad de proyectos juntos; hasta a Camboya fuimos a dar.

‘Un Extraño Enemigo”

En 2008 en ‘Persons Unknown’, (23.98 fps No. 1), se sumó Felipe al equipo. Venía desempeñándose en diversas funciones e incluso terminó operando una tercera cámara. Yo era segundo y cuando la C jugaba me aventaban a hacerle foco. María Grinda fue una célula satélite del crew de decoración, bajo la tutela de Denise Camargo en ‘Curandero’ de Eduardo Rodriguez; corría el año de 2004. A ocho años y medio de diferencia, María Grinda, Felipe Perez-Burchard, Jaime Reynoso AMC y un servidor, nos encontramos de nuevo FIlmando un proyecto muy distinto que conmemora los mismos sucesos históricos.

En el primer proyecto ‘Tlatelolco, Verano del 68’ (23.98fps no. 43), habiendo ya sido asistente de Jaime por varios años, me tocó asistir a Felipe en l B, una cámara complicada pues era el recurso alterno a la cámara principal y a la que muchas veces el emplazamiento llega en el último momento, para ello es importante ser de manos ágiles y bien organizado con el equipo; mientras Jaime compartía créditos con Andrés León Becker como director de fotografía, Felipe y yo conformábamos un equipo que comenzaba a conocerse, a trabajar y a entender el nuevo camino de hacer cine.

En las series y años más tarde sabríamos la importancia y el valor de trabajar en equipo, de haber desarrollado la manera de filmar más rápido, más sencillo, de trabajar con el equipo mínimo indispensable, de poder abarcar más responsabilidades y poder prescindir de personal dentro del departamento de cámara, siempre a la derecha e izquierda de Jaime para poder resolver la acción lo mejor posible en el último minuto; todos en aquel momento, bajo la dirección de Carlos Bolado.

María desde su perspectiva nos ha visto enloquecer en los momentos difíciles, ella siempre ha buscado el mejor momento para poder capturar, buscando la manera de poder conseguir una toma mientras se corre la escena, es ella quien tiene todo ese material con perspectiva detrás de las cámaras, quien tiene el registro de haber logrado salir adelante bajo difíciles circunstancias.

A pesar de haber formado parte del equipo de Reynoso por más de 15 años, las cosas nunca han sido sencillas. Filmar al ritmo de Jaime y con las exigencias de su fotografía requiere, además de sangre fría, cultura visual, mucha destreza y un gran nivel técnico. Como algunos ya sabrán, él se siente más cómodo filmando con muy poca luz.

‘Un Extraño Enemigo’, dirigida por Gabriel Ripstein, ha sido nuestro tercer proyecto consecutivo al lado de Jaime en el último año. Uno de los retos era cómo separarnos del trabajo realizado años atrás cuando filmamos juntos con Carlos Bolado.

La magnitud del proyecto fue una de las grandes diferencias, las cosas habían cambiado. Ahora yo me desempeñaba operando la cámara B que antes usaba Felipe, mientras que él estaba en la A. Jaime quería filmar 100% cámara en el hombro; la idea era filmarlo como si fuera un documental, capturar el momento como único e irrepetible sin posibilidad de poder hacer más tomas, viendo y estudiando los ensayos sin opción de ver a través de la cámara: “No quiero verte ensayar el movimiento de cámara mientras se corre el ensayo ¡Quítate esa cámara del hombro!”, decía.

Muchas veces los ensayos eran solo marcados, no trazados, Gabriel corría la escena con sus actores y determinaba las posiciones, el énfasis y la dinámica, mientras nosotros, cada uno desde su trinchera, veíamos de qué tamaño nos tocaría. El obligarnos a reaccionar de bote pronto nos ayudó a hacer que en cada toma la cámara se comportara de manera única e irrepetible. También nos prohibía ver la reproducción de la toma anterior con afán de mejorarla “¿No la acabas de ver por el visor?” Para él era importante que funcionáramos intuitivamente: “No la pienses, siéntela” nos decía.